26/04/2024
12:30 PM

Emprendedores de éxito en Honduras

La historia de tres microempresarios hondureños que sobresalen por su creatividad.

Comenzaron sus negocios en un pequeño rincón de sus casas y gracias a su empeño y la aceptación de sus clientes ahora distribuyen su producto en varias zonas del país.

Marisol Licona, David Alvarado y Norma Pineda son jóvenes emprendedores que hicieron su sueño realidad. Su pasión por el arte los llevó a formar su propio negocio.

Sol-Luna, Detalles con Promesa y Luna Vela forman parte de las 300 mil mipymes del país, que generan más de un millón de empleos.

Los tres microempresarios participaron, la semana anterior, en la Feria del Regalo en Expocentro. Estos hondureños tienen en común la creatividad, la dedicación y los deseos de superación. Su estilo único los ha llevado a alcanzar sus metas.

Aline Flores, presidenta del Cohep (Consejo Hondureño de la Empresa Privada), señaló que la calidad de los productos de las mipymes nacionales ha mejorado gracias a los programas para apoyar a los microempresarios. Ese salto de calidad los ha hecho, en algunos casos, traspasar las fronteras con sus productos.

Marisol Licona, creadora de innovadora joyería textil y de mosaico

Empezó haciendo bisutería para uso personal. Le gustaba crear sus propios estilos y ahora tiene su empresa.

Marisol Licona ha innovado en el mercado de la joyería. Aprendió lo esencial hace dos años y ha expandido sus ideas con diseños en textil y mosaico.

“Es un estilo novedoso. Yo quería hacer cosas diferentes para mí. Armaba un collar y le ponía tela o un pañuelo. Utilicé la técnica para diferenciarlo de lo demás y ha sido bien aceptado”, expresó la sampedrana, propietaria de Sol-Luna.

Licona empezó en un espacio pequeño de su casa y gracias a la aceptación de sus productos creó un taller y un punto de venta. “Exponemos el arte en cada pieza, son únicas”, dice.

Licona es pasante de la carrera de Mercadeo y el deseo de pasar más tiempo con sus dos hijos la llevó a crear un trabajo desde su casa. Sus diseños son de telas, cintas, piedras semipreciosas, madera, mimbre y bambú. Desde hace dos meses ha incorporado el mosaico en sus creaciones. “Es una técnica que se hace en cuadros, pero estamos empleando el estilo en joyería”, explicó.

Para ver diseños búsquela en Facebook como Sol-Luna.

David Alvarado, distribuye sus creaciones en librerías cristianas

David Alvarado estaba en su taller de madera diseñando un detalle para regalar. Al ver su obra finalizada se le ocurrió hacerla también para vender.

Hoy distribuye sus diseños de fibrán y madera en diversas librerías cristianas.

“Nuestro negocio trata de poner un producto personalizado al servicio de la gente. Tenemos una variedad grande para regalos”, expresó Alvarado.

Los artículos que elabora son especialmente para decorar casas u oficinas.

“Fue idea de Dios. Yo ya trabajaba en madera, pero no en este tipo de artículos”.

A sus 33 años es propietario de su taller, genera empleos y es proveedor en varias tiendas de San Pedro Sula y Tegucigalpa. Los precios de sus productos son accesibles, pues van desde 40 lempiras hasta 350.

Alvarado empezó a trabajar en madera hace unos 10 años, pero desde hace año y medio ha crecido al grado de que cuenta con varios puntos de venta. “Quiero que la gente conozca mi producto y que las empresas tomen la idea de dar detalles bonitos”.

Para conocer el producto de su negocio, puede buscarlo en Facebook con el nombre Detalles con Promesa.

También elaboran recuerdos para todo tipo de eventos.

Norma Pineda, su pasión por las velas se transformó en negocio

“Siempre fui amante de las velas y tenía llena mi casa. Entonces nació en mí la curiosidad de saber cómo se hacían”, recuerda Norma Pineda.

Su pasión fue creciendo y decidió tomar un curso para aprender a hacerlas. Luego viajó a Guatemala para perfeccionar su técnica. “Empecé haciendo velas para mi casa y mis amigas llegaban y me decían que se las vendiera, que eran lindas. Yo las regalaba”, comentó.

Un día, su esposo Nicolás Romero le dio la idea de venderlas. Ahí empezó su negocio, en el que lleva año y medio. “Empecé a trabajar cada pieza con amor. Luego era tanta la demanda que lo empezamos haciendo en casa y ahora es una microempresa”, dijo con satisfacción.

Luna Vela está en Tegucigalpa y distribuye su producto en varias zonas del país. “Nos da mucha satisfacción porque ahora tenemos un matrimonio como colaborador. Son una pieza fundamental”, dijo Pineda.

Ella es mercadóloga y ha enfocado sus conocimientos en crear fanales y velas de todas las figuras y colores.

Para conocer el trabajo de esta sampedrana residente en Tegucigalpa ingrese en Facebook y busque la página de Luna Vela.