Rubén García (21) es un joven sampedrano que sueña con evitar el desempleo y quizá un día no muy lejano abrir su propio negocio.
Gracias a la capacitación que recibió con la ayuda del programa Metas, esa aspiración parece ahora posible.
Metas es un programa de capacitación auspiciado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y que está disponible en San Pedro Sula.
Las capacitaciones son impartidas en el país por unas 10 instituciones, entre las que figuran la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec).
Rosinda Figueroa, coordinador del programa para dicha universidad, explica que “Metas es un programa de responsabilidad social en el que Unitec trabaja en conjunto con Usaid para ayudar a personas de escasos recursos. En él, los participantes pueden aprender una carrera técnica”. El curso, que dura nueve meses, consta de tres módulos, el último de los cuales es una especialización en campos tan diversos como belleza, panadería, mecánica automotriz y computación.
Figueroa asegura que el programa se encuentra abierto para jóvenes de entre 18 y 30 años que hayan concluido al menos la educación primaria.
La capacitación no tiene ningún costo y el programa provee los libros y otros materiales didácticos necesarios.
“El objetivo primordial es que puedan crear su propio negocio”, menciona Marina Gómez, docente que imparte el curso de Atención al Cliente dentro del programa de capacitación.
Para esta educadora, este tipo de programas son un vehículo cuyo “objetivo es transformar a estas personas con nuestra enseñanza y sacarlos de lo ordinario, porque no todos tienen esta oportunidad. De este modo se les abren las puertas de la prosperidad y les cambia la vida”, sostiene.
Actualmente se llevan a cabo las entrevistas para inscribir a los participantes del próximo curso, que inicia el 11 de octubre, por lo que los interesados pueden abocarse a Unitec.
La primera promoción de 115 estudiantes se gradúa esta semana. Entre esos graduados se encuentra Rubén, quien aspira a abrir su propio taller de refrigeración, la especialidad que escogió. “Lo que aprendí es suficiente para iniciar un negocio. Depende de la capacidad de uno”, dice.
