Los años de abandono, la falta de inversión y el rezago tecnológico y de infraestructura le han pasado factura a Puerto Cortés, al grado que de ser el primero en tránsito de mercancías en la región ha caído al cuarto lugar.
Tramitadores, agentes aduaneros, empresas navieras y usuarios se ven todos perjudicados por las condiciones en las que opera la terminal, la cual adolece de una crónica falta de equipo, situación que se agrava a medida que se acumulan los buques en la bahía porteña, que hace las veces de “sala de espera”.
En el caso se los aduaneros, las demoras se traducen en costos adicionales, tanto para ellos mismos como para sus clientes. “Si tenemos suerte, podemos sacar un contenedor en dos días, si no ha venido un barco, pero si hay barco, se va a tardar varios días más y uno queda esperando”, se quejó Wilmer Guevara, tramitador de la agencia aduanera Bautista, de Puerto Cortés.
Tales esperas pueden durar entre 12 horas y varios días, y mientras que el tiempo estipulado para el retiro de la carga es de cinco días, con frecuencia demora más completar el trámite.
Guevara espera que con la concesión realizada de la terminal de contenedores a un consorcio filipino, la situación mejore considerablemente; “esperamos que con la modernización el trámite de desaduanaje sea más rápido”, dijo.
Años de abandono
“La ENP tiene como 20 años de no invertir, tanto en infraestructura como en equipo”, comentó Oscar Girón, director ejecutivo de la Asociación Hondureña de Compañías y Representantes Navieros (Ahcorena). Girón explicó que desde el punto de vista de los navieros, la eficiencia en la terminal portuaria no mejorará en tanto no se instale el nuevo equipo, particularmente más grúas de pórtico.“Según un estudio, lo mínimo que debería tener Puerto Cortés son cinco grúas, algo que otros puertos como los de Guatemala ya tienen; nosotros tenemos dos de pórtico, que no funcionan, y ha habido veces en las que el puerto se queda con una sola grúa para antender operaciones que se realizan con una gran cantidad de contenedores”, se quejó.
Es por esta razón que puertos vecinos como los de Guatemala acaparan cada vez más carga que antes se manejaba por Puerto Cortés. “Santo Tomás de Castilla y Puerto Barrios manejaban 300,000 TEU (unidad de medida equivalente a 20 mil pies) y ahora ya están llegando a los 500,000, mientras que Cortés ha mantenido el volumen de carga”, advirtió el representante naviero.
En efecto, mientras ocho de los nueve puertos centroamericanos muestran un crecimiento de contenedores movilizados en 2012 con respecto al año previo; tres muestran un retroceso, entre ellos, Puerto Cortés.
En cifras, el mayor puerto hondureño pasó de movilizar 538,853 TEU en 2010 a 576,752 en 2011 y 573,322 en 2012.
“Hemos mejorado”
Darío Gámez, gerente de la ENP, insistió en que las operaciones del puerto han mejorado, y que para tener un cuadro completo de la situación es necesario considerar otros factores. “Se ha mejorado conforme mejora la operación de las grúas. Definitivamente necesitamos más muelles y más grúas, en eso estamos claros; pero internamente, las cosas se han mejorado muchísimo”, dijo el funcionario.
Gámez indicó que las empresas navieras contribuyen al problema al programar la llegada de sus barcos con muy poca diferencia, creando un congestionamiento en la terminal, lo que tiene un impacto directo en los niveles de eficiencia que aspiran a mantener.
Sin embargo, puertos como Colón y Balboa, en Panamá, reciben barcos con más frecuencia sin que eso genere contratiempos.
Pese a los problemas, Puerto Cortés cuenta con una excelente ubicación geográfica y una profunda bahía, condiciones que con la debida inversión pueden revertir esos números.
“Definitivamente podemos volver a ser el número uno, porque tenemos condiciones como la de ser un puerto con una bahía profunda y un canal de acceso que no lo tiene ni Guatemala ni Costa Rica. Es una ventaja que tenemos y hay que explotarla”, finalizó Girón.
