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Tres acciones para que el microempresario crezca y no desaparezca

  • 21 agosto 2017 /

Le brindamos una serie de consejos, con el objetivo de que las mipymes dejen de ser menos familiares y más corporativas. Aprenda sobre los préstamos sin garantía.

Tegucigalpa, Honduras

Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) ocupan el 90% del sector empresarial en el mundo y se constituyen en importante fuente de trabajo. En Honduras representan el 85% de empleo directo. A pesar de ello, el aumento de competitividad del país y el crecimiento de la economía no están siendo aprovechadas por esta clase de empresas debido fundamentalmente a la ausencia de una estrategia clara.

El desconocimiento en las facilidades de financiamiento, la falta de un estudio de mercado y la carencia de previsión, son errores comunes que la mayoría de emprendedores comete. Precisamente, la última equivocación se deriva del presente de la economía hondureña: la mayoría de mipymes son familiares. Nueve de cada diez están compuestas por miembros de la misma familia.

El modelo puede ser un buen arranque de negocio, ya que se adquiere sentido de pertenencia desde un inicio, formando los valores para encausar los esfuerzos hacia un objetivo común. Pero un error frecuente radica en que el microempresario suele mantener un control anárquico, y le cuesta escuchar o delegar funciones. El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), señala que el 83% de las mipymes no tienen un plan de negocios que incluya la sucesión y de acuerdo a un informe de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba) el 60% fracasa debido a conflictos familiares.

¿Cómo establecer la mejor estrategia para que su mypime prospere? Emprender las siguientes acciones le permitirán un incremento de la productividad, y no sólo asegurará la supervivencia de la mipyme sino que modernizará su infraestructura.

1.-Planear un presupuesto. La banca hondureña presenta distintos mecanismos con los cuales el microempresario sacará un máximo rendimiento. Uno de ellos es el otorgamiento de préstamos sin aval ni garantía que puedan consolidar obligaciones con proveedores a distintos plazos y a una tasa preferencial.

2.- Asesorarse y formar parte de Cámaras. En el país existen 11 Centros de Atención Mipyme (CAM). Allí los microempresarios pueden recibir asesorías de todo tipo, que van desde el acceso al financiamiento e implementar la tecnología necesaria para acceder a los nuevos mercados; hasta alcanzar la formalización y tener la posibilidad de asociarse con otras mipymes. Asimismo, las instituciones bancarias pueden orientarlo y llevar a cabo el registro en Cámaras de Comercio que atiendan al segmento mipyme, donde los socios pueden ser acreedores a programas de crédito especializados.

3.- Tomar cursos o talleres. De acuerdo al último diagnóstico elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 60% de los negocios están localizados en la zona rural y el 40% en el área urbana. Para los microempresarios, independientemente del lugar donde desarrolle su actividad, es necesaria la capacitación.

En los últimos meses la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih) ha abierto escuelas de oficios para los emprendedores, y además, brindará cursos acerca de cómo brindarle un mejor servicio al cliente. Por su parte la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), en conjunto con las principales universidades del país, lanzó un diplomado donde los microempresarios tienen la oportunidad de prepararse en temas de administración, gestión de calidad y tecnología.

En Centroamérica, Honduras es el país con más desarrollo en el sector mipymes. Según cifras oficiales, aproximadamente 20.000 negocios abren cada año. No obstante, la mitad cierra al cabo de 12 meses. Más allá de que inicien como un negocio familiar, los microempresarios deben asesorarse con instituciones que lo blindarán ante adversidades internas y externas propias de la economía, y que le permitirán mejorar los procesos de producción, administración y distribución. Todo en función que el producto o servicio final llegué al consumidor de la mejor manera.

Egresado de ciencias de las comunicación, amante de los deportes y el fútbol. Con experiencia en edición, relaciones públicas y comunicación interna, eso sí, melómano por convicción.