25/04/2024
02:29 AM

Baja al chimbo de gas beneficia a más de 386 mil hogares hondureños

El cilindro de 25 libras de gas licuado experimentó una rebaja de L13.40 a inicios de esta semana.

San Pedro Sula, Honduras.

Las últimas rebajas que presentó la Comisión Administradora del Petróleo (CAP), trajeron consigo buenas nuevas, en momentos en que aumenta el consumo, para más de 386 mil hogares hondureños que cocinan sus alimentos con estufas a gas (según datos del Instituto Nacional de Estadísticas).

Desde esta semana todos los precios de los derivados del petróleo cayeron de forma significativa, influenciados por el comportamiento en el mercado de la costa del golfo de Estados Unidos.

La caída más importante provino del cilindro de 25 libras de gas licuado, que pasó de L255.28 a L241.88, es decir un movimiento de L13.40; el más importante desde el 31 de marzo cuando retrocedió L44.34.

Sobre la posibilidad de modificar la fórmula del combustible para abaratar aún más los costos, Camilo Jananía, secretario ejecutivo de la CAP, explicó que “si bien es cierto la fórmula es exacta, todas las variables se van moviendo en conformidad con lo que el mercado dicta, y de vez en cuando o dependiendo de cómo se mueva el mercado, se puede actualizar”.

Indistintamente de lo anterior, una fuente de la empresa distribuidora American Petroleum refiere que el nuevo valor del crudo se traspasa “inmediatamente al usuario final”.

El informe de comercio exterior que presenta el Banco Central de Honduras (BCH), señala que durante agosto pasado se importó 7.1 millones de barriles de gas licuado, es decir, un crecimiento de 3% en comparación al mismo mes del año pasado.

Según Sandra Rivera, coordinadora ejecutiva de los Proyectos de Eficiencia Energética para la Industria y Comercio (Pesic), lo anterior se debe a que esta modalidad representa un ahorro de hasta 15% para los consumidores en sus facturas mensuales, en comparación con la versión eléctrica.

Luis Larach, vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), expone que la rebaja es un paliativo que debe ser aprovechado no solo por el sector comercial, sino que por la ciudadanía en general.

“Honduras tiene una alta dependencia a los carburantes y el descenso de los precios es un proceso cíclico, por eso necesitamos diversificar la matriz de energía”, concluye.