Tegucigalpa. Diciembre de 2013 fue un mes crucial en la administración de Porfirio Lobo: se perdió el control del déficit fiscal por la caída de las recaudaciones tributarias y el excesivo gasto corriente.
Pese a la aprobación de ocho reformas fiscales, el Gobierno anterior no pudo alcanzar la meta de ingresos tributarios programada para el año pasado, que era de L60,224 millones.
Al cierre del ejercicio fiscal anterior, el déficit fue de 7.7% en relación con el producto interno bruto (PIB), superior a la meta revisada de 6% y al porcentaje inicial del 4.5% establecido en el Programa Monetario 2013-2014.
En valores absolutos, el déficit ascendió a L29,612.6 millones, a partir de cifras publicadas por el Banco Central de Honduras (BCH).
Comportamiento
Un informe preparado por la Secretaría de Finanzas (Sefin), denominado “Gobierno central: cuenta financiera noviembre”, revela que a noviembre de 2013 el déficit fiscal neto era de 5.2% del PIB, equivalente a L19,879.1 millones.
El PIB, en valores nominales, ascendió a L384,051 millones.
Lo anterior significa que en diciembre de 2013 el déficit fiscal fue de 2.5% y L9,733.5 millones en valores nominales.
En julio de 2013, las autoridades del Banco Central de Honduras (BCH) anunciaron que el Gobierno había revisado hacia el alza la meta del déficit fiscal neto, pasando de 4.5% del PIB (L17,282.3 millones) a 6% L23,043.1 millones.
Al cierre del primer semestre del año anterior, la Secretaría de Finanzas publica que el déficit fiscal ascendió a 2.8% del PIB (L10,735.1 millones en valores nominales), lo que indicaba que el resultado a finales del año sería superior al 4.5%.
Para junio de 2013, el Gobierno Lobo Sosa tenía claro el panorama sobre el comportamiento de las recaudaciones tributarias, que señalaba una caída de los ingresos. Además, los gastos corrientes observarían un aumento, el que es típico en los años electorales.
Desde marzo del año pasado, el Colegio Hondureño de Economistas (CHE), a través de su presidente Roldán Duarte, y el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), mediante su representante en el país, Hugo Noé Pino, advirtieron que la administración Lobo Sosa no alcanzaría la meta de déficit fiscal.
Roldán Duarte proyectó en enero pasado que el cierre del déficit fiscal en 2014 rondará el 5.3 y 5.4%.
“Cuando se proyectan ingresos bastante inflados se obtiene un déficit mucho menor y las proyecciones de ingresos del Gobierno no se cumplen. El ejemplo palpable es lo que pasó en 2013, cuando habían proyectado una recaudación de L60 mil millones, pero solo recogieron L55,800 millones”, dijo en esa ocasión.
“Entonces, aunque en principio uno podría esperar que ese 4.7% fácilmente podría ser superior al 5%, porque en primer lugar los ingresos nunca los logran recaudar, y en segundo lugar siempre se sobrepasan en el gasto”, añadió.
Combustibles
El analista económico Jorge Interiano indicó que los impuestos de 25 y 15 centavos de dólar que se aplicaron a las gasolinas y al diésel, respectivamente, y que generarían unos L2,300 millones anuales, podría servir para financiar parte del déficit.
“Esos L2,300 millones por impuestos a los combustibles pueden ayudar, pero el problema es que no lo recaudarán todo”, sostuvo durante principios de este año. El economista consideró que el déficit fiscal de 2014 cerrará entre el 6 y 7%.
Duarte y Pino coincidieron en que durante el período 2010-2012 no hubo una política fiscal consistente y las finanzas públicas habían empeorado, lo que quedó ratificado con el déficit de 7.7% del pib durante 2013.
La misma preocupación la había externado la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI), que dijo en agosto de 2013 que para avanzar en el proceso de consolidación fiscal era importante trabajar tanto en los gastos como en los ingresos, así como en el fortalecimiento del desempeño de las empresas públicas -Enee y Hondutel.
