Tegucigalpa. Las autoridades financieras del país reiteraron lo que desde hace meses es un secreto a voces: el déficit fiscal cerrará en 6%, una cifra superior a las proyecciones oficiales.
“Estamos revisando las cifras. A mí me hubiera gustado que fuera el 4.5 que está establecido en el presupuesto, pero ya hemos dicho que las causas son que los ingresos tributarios que estaban programados no se van a poder ejecutar en vista de que no fue aprobada la ley de exoneraciones fiscales”, explicó Carlos Borjas, viceministro de Finanzas.
A lo anterior se suma la no aprobación de la Ley de Minería y la desaceleración de la economía hondureña.
El funcionario explicó que el déficit alcanzará los L20,000 millones, considerando que el producto interno bruto (PIB) del país será de L160,000 millones.
Sin embargo, el subcoordinador del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), Raf Flores, estimó que el déficit fiscal podría ascender a un 8% del PIB. De este modo, la diferencia entre el ingreso corriente y el gasto público podría ascender a casi L31,000 millones.
Esta cifra sin incluir el monto de la millonaria deuda flotante que se heredará el nuevo Gobierno.
Borjas respondió a esas proyecciones financieras que van a evaluar estas cifras, porque todo dependerá del cierre presupuestario que hagan al 31 de diciembre del presente año.
Hace unos días estimó que el monto de la deuda flotante sería de ocho mil millones de lempiras, correspondientes al pago de suministradores de medicamentos y compañías constructoras, entre otros proveedores del Estado.
