San Pedro Sula. Distintos sectores que siguen de cerca el comportamiento económico de Honduras abogan por la aplicación de una política expansiva sana que permita atraer las inversiones y sentar las bases para impulsar el crecimiento.
Una de las medidas inmediatas a tomar es el desarrollo de proyectos productivos que generen activos para alimentar el bienestar material de la sociedad, es decir, aumentar el Producto Interno Bruto (PIB), que en 2012 fue -a precios constantes- de L172,370 millones.
Según los expertos, las acciones que se tomaron en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal (Fed), representan un ejemplo cercano de ejecución de medidas efectivas para revertir las consecuencias de la recesión económica.
La autoridad monetaria estadounidense mantuvo la tendencia de las tasas de interés activas hacia la baja entre 0.5 y 0.25% para acelerar el proceso de recuperación y que el sector privado se interesara en invertir aun en tiempo de crisis.
En Honduras, en cambio, las tasas de interés promedio ponderado sobre operaciones nuevas del sistema bancario se mantienen entre el 17 y 18% para préstamos en moneda nacional y entre 7 y 8% en moneda extranjera, según cifras del Banco Central de Honduras (BCH).
Créditos al sector privado
Los créditos bancarios de la banca hondureña al sector privado crecieron este año en L17,343 millones desde el 3 de enero, cuando se contabilizaban L166,697.4 millones, hasta el 29 de noviembre, cuando se reportaron L184,041.1 millones.
El aumento observado en ese período representa un crecimiento de 9.96%, inferior en L6,424 millones al registrado en el mismo lapso en 2012, y mayor en L3,174 millones respecto al resultado de 2011.
“Si ya está probado que la economía hondureña, especialmente el sector privado, responde a una política macroeconómica expansiva, se podría implementar nuevamente la misma para tener crecimiento económico”, indica Raúl Reina, analista económico.
Esta política debe contemplar un presupuesto general orientado a la inversión productiva, descartar el aumento de impuestos, la reducción de tasas de interés activas y mantener una tasa de cambio estable.
Según Reina, el financiamiento de dicha política expansiva se podría obtener de “concesionamientos que realmente aporten capital fresco al país, no como los recién otorgados mediante Coalianza, que utilizan nuestros propios recursos”.
Reina también plantea la redistribución de las transferencias monetarias condicionadas en actividades productivas y lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el próximo año.
Recursos de largo plazo
Para Gabriela Núñez, expresidenta del Banco Central de Honduras (BCH), han faltado recursos de largo plazo que permitan la inversión en proyectos de desarrollo productivo.
“Allí es donde se necesita una política agresiva de generación de ahorro interno, y eso pasa por el fortalecimiento de los sistemas de pensión como un esquema que puede generar muchos recursos para financiamiento interno de los sectores productivos del país”, expresa.
La exfuncionaria indica que la tasa de interés “es una barrera importante” para que un negocio de cualquier tamaño sea financieramente atractivo.
“La tasa de interés está alta a pesar que la inflación es inferior al 6% y eso bloquea la posibilidad de tener un negocio rentable. Creo que por la situación económica los que tienden a sufrir son la pequeña y mediana empresa”, explica.
Núñez sostiene que mientras el Gobierno mantenga una política de alto gasto “es bien difícil que el BCH pueda buscar una tendencia hacia la baja en las tasas de interés”.
Créditos al sector privado
Guillermo Matamoros, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), considera que es imperativo generar confianza y señales apropiadas para que a través del ahorro interno se logre canalizar la inversión.
“Se debe atraer capital, hay que crear esas condiciones para reactivar la inversión nacional, para que el sistema bancario canalice los ahorros hacia aquellos que son rentables”, manifiesta Matamoros.
“La política expansiva sana es buena, pero hay que generar recursos. No importa si se gasta más o se gasta menos, lo que interesa es gastar bien, y aquí se gasta mal. Hay que destinar bien los recursos”, concluye.
