05/12/2025
08:21 AM

Palma africana puede generar 130 megavatios de energía

  • 07 agosto 2013 /

El sector presenta un gran potencial para producir hasta el 7% del total de la electricidad que se utiliza actualmente en el país.

    El sector palmero nacional puede ser un excelente aliado para dar el salto desde la generación eléctrica por medio de fósiles hasta los recursos renovables. Según datos del sector, si se aprovecha todo el potencial de la palma, se podrían generar unos 130 megas de energía por medio de biogás o biomasa en los próximos años.

    Víctor Iscoa, secretario técnico de la cadena de palma de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), indicó que Honduras produce en la actualidad entre 12 y 13 megavatios de energía limpia por medio del biogás para ser vendida a la red pública, además de otros seis megas por biomasa, que se utilizan para el consumo de las plantas extractoras.

    El funcionario mencionó que por hoy solo cuatro plantas producen esas energías, por lo que las cifras aún resultan bajas.

    Uno de los pioneros en la materia es la empresa Energía Ecológica de Palcasa (Eecopalsa), a la que se le concesionaron 20 años para el manejo y aprovechamiento de los residuos generados por la planta de Palmas Centroamericanas S.A. (Palcasa).

    Según Carlos Menjívar, socio de Palcasa y presidente de Agroinversiones Teleñas (Aitesa), el proyecto secomenzó en 2006 debido a los malos olores que expedía la laguna de oxidación de desechos.

    “Nos vimos obligados a buscar alternativas y encontramos una empresa europea que nos ayudó a desarrollar este proyecto”, explicó. Lo anterior permite una generación de energía limpia, por medio de biogás, de tres megavatios, y una cantidad similar en biomasa. Sin embargo, la industria ha tenido algunos inconvenientes para instalar todo el equipo de generación y producir estos 130 megavatios.

    El problema, según Iscoa, es que ese sector no está motivado porque el Estado no cumple con los pagos en debida forma.

    “Hay empresas que ya entregaron la producción a la red pública y todavía no les han pagado. Por eso las otras compañías no arrancan sus proyectos. Se deben definir las reglas para asegurar la compra de esa energía. Algunas han estado hasta dos años en un simple proceso de formalización de producción y compra por parte de la Enee”, subrayó.

    Por otra parte, el panorama es alentador porque si se obtiene la certificación medioambiental, las empresas estarían obligadas a manejar de forma adecuada las aguas residuales para que no haya emanación de biogás.

    “Significa que estarían a un paso de incrementar la producción de energía limpia”, explicó.

    También enfrentan retos

    Pero este pujante sector también enfrenta desafíos para mejorar la producción.

    “Las calles en Colón no sirven, están destruidas y hasta las llantas se estallan, sobre todo saliendo desde La Ceiba, pasando por Trujillo y Puerto Castilla”, señaló Máximo Montoya, presidente de la Federación Nacional de Palmeros de Honduras (Fenapalmah), sobre los retos que afrontan.

    Víctor Baca, presidente de Palcasa, coincidió en que uno de los mayores problemas que esta industria enfrenta es el acceso a las fincas.

    “Las calles están destruidas y los puentes caídos desde hace un año, sobre todo en Colón y en el Valle de Sula”, recalcó. “También nos cuesta conseguir préstamos bancarios. Hay que hipotecar todo lo que uno tiene para que den un poquito. Dicen que prestan, pero a la hora uno no tiene ni qué poner de garantía”, agregó Montoya.

    Según el productor, el acceso al financiamiento está limitado por las altas tasas de interés y plazos cortos. Para el caso -comentó- el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) presta a una tasa de 10% si la cantidad requerida es alta; pero si los préstamos son bajos les aplican entre el 18 y 24%.

    En la actualidad, la mayoría de solicitudes para créditos son para establecer viveros, cuyo monto de operación asciende a más de L100 millones. Los productores también piden que los plazos para pagar se amplíen de 14 a 15 años. “Otro reto es la transparencia: que se pague el precio justo al pequeño, mediano y gran productor... Que no pierda ni el productor ni la fábrica”, puntualizó.