Impulsar la educación técnica en el país es señalado por empresarios y académicos como un paso fundamental para lograr los objetivos de desarrollo y mejorar la calidad de inversiones que vienen al país.
Diversas fuentes consultadas reconocen el papel que juega la educación, especialmente la técnica, en mejorar las condiciones del país y hacerlo más competitivo en el marco de una economía globalizada.
“Esta economía demanda, por ejemplo, más técnicos, personas que puedan reparar celulares, computadoras y otras cosas más, y eso no lo está formando ningún centro educativo como tal; hacen falta más institutos técnicos”, comentó Roldán Duarte, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE).
Por otro lado, Alejandro Álvarez, empresario de la industria de la construcción, apuntó que “para atraer la inversión, Honduras tiene que apostar a la industrialización”.
Organismos como el Instituto Centroamericano de Estudios Ficales (Icefi) contrasta que a diferencia de lo que ocurre en países como Costa Rica y Panamá, en donde buena parte de su economía se basa en tecnologías y servicios, otros como Honduras atraen inversión que viene en busca de mano de obra barata o se basa en la explotación de recursos naturales.
En este sentido, representates del sector privado argumentan que Honduras necesita ponerse al corriente con sus vecinos más adelantados.
“Se necesitan más ingenieros, más gente en la parte tecnológica o en la parte de ingeniería, y con eso se va a poder atraer otro tipo de industria”, dijo Fernado Jaar, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortes (CCIC), quien agregó que “lo que ha estado viniendo es una industria básica de ensamblaje, que no requiere mayor nivel educativo”.
Es ahí donde entra en juego el papel de la educación como motor de desarrollo.
Álvarez destacó que Honduras cuenta con una gran ventaja, “la mano de obra hondureña es bastante buena, y una vez entrenada logra que esta persona evolucione”, pero a la vez lamenta que “el Gobierno no le ha dado la importancia adecuada” a la educación.
Duarte señaló hacia otro aspecto de la cuestión al hacer notar que “hay una desvinculación entre la academia y la industria, y las investigaciones que hacen las universidades en poco ayuda a las empresas”.
El resultado de todo eso es, de acuerdo con el economista, una “demanda laboral que hay no se ajusta a lo que va dando como oferta el sistema educativo”.
Tecnificación
Honduras ya ha hecho algunos esfuerzos para atraer inversiones de otros campos en los que el factor educativo juega un papel más importante, obteniendo buenos resultados.
En los últimos tres años se ha abierto el ramo de los servicios como los que se ofrecen en los centros de llamadas (call centers) y algunos desarrollos de sistemas informáticos, pero estos todavía se encuentran lejos de representar el empleo masivo que generan rubros como el de la confección textil.
Uno de los ejemplos más significativos es el de Italian Industrial Agency, una empresa que desarrolla tecnología hidromecánica para represas y que funciona con mano de obra nacional. Los trabajos de esta empresa se utilizan ahora en Perú, Costa Rica y México, entre otros países.
Atraer inversión en base a un proyecto de nación
Algunos analistas argumentan que se deben revisar las áreas en las que se quiere atraer la inversión, para luego definir lo que se necesita hacer para lograrlo.
“No hay una definición clara de lo que queremos en inversión extranjera directa”, opina el economista Rafael Delgado.
“Desesperadamente nos esforzamos por captar la atención de los inversionistas y queremos llamar la atención y nos damos por satisfechos que llegue alguien y ponemos a disposición todos los recursos, incluyendo incentivos fiscales, para lograr conquistar a los inversionistas” agrega, pero advierte que lo que resulta de ese accionar es una competencia ilógica que debilita las instituciones y las leyes de cada país al tratar de acaparar lo que pudieran atraer los otros. “No hay definición clara de qué sectores queremos apoyar en base a nuestras ventajas”, concluye.
Por otro lado, analistas como Julio Gom apuntan que campos como “la generación eléctrica pueden ser las grandes vías de inversión del país”, y por tanto “en la parte educativa, una de las grandes necesidades es que las ingenierías eléctricas se muevan rápidamente, es un elemento clave en cuanto a inversión”, sostiene, por cuanto la energía eléctrica es “la materia prima del futuro”.
Gom identifica otras áreas que podrían generar grandes inversiones como los servicios logísticos, a través de proyectos como el canal seco, así como una explotación responsable de la minería.
