26/04/2024
08:29 PM

Pago por servicios de deuda crecerá L4 mil millones

La dinámica entre el déficit y la deuda debe cambiar para corregir el desequilibrio fiscal, según analistas.

El pago por servicios de deuda continúa creciendo a la par de los nuevos compromisos de pago del Gobierno de Porfirio Lobo, lo que se ha convertido en una pesada carga para la administración central con la consecuente herencia para el gobierno que llegue al relevo.

El servicio de deuda no es más que el conjunto de pagos por concepto de intereses y amortización de capital que realiza el deudor al acreedor.

El problema ha escalado tanto, que los gastos relacionados con este apartado (de unos L17,800 millones este año), representan ya la segunda partida más grande del Presupuesto General de la República, superada solamente por la de la Secretaría de Educación. Algunas estimaciones cifran el pago en unos 20,000 millones, lo que elevaría el compromiso en 6,000 millones.

El informe del Instituto Centroamericano de Estudios Fisdales (Icefi) sobre la precariedad de las finanzas públicas hondureñas explica que “los problemas de la fiscalidad en Honduras no solamente pueden trazarse por el lado de los ingresos; también por el lado del gasto público se presentan muchos aspectos que es preciso corregir”.

Uno de estos aspectos tiene que ver con “el peso creciente en el pago de intereses de la deuda pública, sobre todo interna, que de 2.7% del total, en 2008, pasó a 7.9% en 2012”, indica el Icefi.

La conclusión del informe es que el creciente déficit fiscal que arrastra el país no proviene de la inversión pública, que es lo aconsejable en períodos de bajo crecimiento, sino por un aumento del gasto corriente (asociado a los intereses de la deuda) y de las transferencias de capital, “aspectos ambos que se deben revisar o compensar para la reducción del déficit”, señaló el informe.

Algunos economistas consultados coinciden en que si se quiere prevenir que una situación de descalabro económico como la que se vive actualmente vuelva a ocurrir, el próximo gobierno (y los que le sigan) deberán tener en cuenta estos aspectos.

El ciclo del déficit

“Si tiene 100 lempiras de ingreso y 200 de gasto, lo que queda es endeudarse parar cubrir los 100 que hacen falta”, explica Guillermo Matamoros, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), la dinámica que ha marcado el comportamiento del déficit-deuda en los últimos años.

Aunque el origen de la situación actual puede rastrearse hasta el gobierno de Manuel Zelaya, ha sido la administración Lobo la encargada de agudizar el problema hasta niveles históricos. “La deuda en sí no es mala, pero uno se endeuda en función de las posibilidades que tiene. Parece que el Gobierno perdió totalmente el rumbo y cayó en una especie de gasto desenfrenado”, observa Matamoros.

Lo anterior se refleja en una deuda interna que ya supera los 50,000 millones de lempiras que suma a una deuda total que, según datos de la Secretaría de Finanzas, ronda los 6,400 millones de dólares.

Ante las crecientes dificultades para endeudarse internamente, el Gobierno optó por emitir deuda soberana, con la que ya obtuvo 500 millones de dólares. “Si se usa ese dinero para amortizar deuda, está bien, pero si es para gasto corriente, estamos en problemas”, advierte Matamoros.

El problema es que emitir bonos equivale a cambiar deuda interna por externa, que si bien es más barata, sigue siendo deuda y habrá que pagar por ella altas tasas de interés.

Romper el círculo

“La única solución es llegar a un círculo virtuoso donde hay más inversión privada y mayor crecimiento económico, lo que genera mayores ingresos tributarios”, plantea Arturo Alvarado, exministro de Finanzas.

Pero el crecimiento económico por sí solo no es suficiente si no se complementa con lo que Matamoros llama “una verdadera oficina de impuestos”. “Fundamentalmente hay que fortalecer la DEI, fortalecerla técnico, operativa y financieramente; en la medida que se tenga eso, el país va a tener ingresos corrientes” dice el economista.