Los buenos precios del cacao en el mercado internacional, sumado a varios programas que se desarrollan para apoyar a los productores nacionales, hacen prever que el país alcance una exportación de 950 toneladas de la semilla para el cierre de esta cosecha, lo que supondría ingresos por 42.9 millones de lempiras.
El sector, que mostró una caída desde el huracán Mitch, está en recuperación. La cosecha anterior dejó ingresos al país por L40 millones producto de la exportación de 853 toneladas que se enviaron, principalmente, a Guatemala, El Salvador y Suiza.
Este producto, aunque sigue lejos de otros que sostienen la economía local, está cotizándose en el mercado internacional a un precio promedio de 2,400 dólares (L46,848) por tonelada, sin embargo, el cacao certificado se puede cotizar hasta en cuatro mil dólares (L78,080) por tonelada. Es precisamente ese punto al que los dirigentes del rubro pretenden apuntar.
“Al productor que está en certificación orgánica le está yendo bien, porque tiene asegurado un promedio de 30.85 lempiras por libra de cacao; los que no están certificados venden como cacao convencional y andan en promedio de 20 a 21 lempiras la libra”, declaró Aníbal Ayala, presidente de la Aprocacaho (Asociación de Productores de Cacao de Honduras).
A la fecha, de los dos mil productores que existen en Honduras, solo 375 tienen la certificación orgánica. “Ese es uno de los problemas que tenemos, necesitamos el apoyo del gobierno para certificarnos porque (ese proceso) tiene un costo. Estamos en la búsqueda de apoyo para beneficiar a los otros 1,605 productores que no han logrado el certificado”, explicó Ayala.
Áreas
En el país hay sembradas 2,500 hectáreas de cacao, diseminadas especialmente en la zona norte del país. Según el dirigente, lograr el repunte no fue fácil, ya que la asociación está trabajando desde el 2008 en la ampliación de siembras que hasta ahora empiezan a producir en zonas como La Mosquitia, Santa Bárbara y Olancho.
“Después del Mitch habíamos quedado en 1,800 hectáreas, pero ahora existen 2,500 hectáreas” mencionó el dirigente de los productores.
Para llegar a la meta de 950 toneladas en exportaciones, Adolfo Martínez, director general de la Fhia (Fundación Hondureña de Investigación Agrícola), aseguró que actualmente se trabaja en otros proyectos financiados por la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, cuyo objetivo es rehabilitar 2,500 fincas pequeñas con 2,500 hectáreas en sistemas agroforestales en Trujillo, Colón y Atlántida.
“Algunas fincas rehabilitadas ya están en producción, en las nuevas todavía no se registra producción. Ya se ha rehabilitado de mil a 1,300 hectáreas y creemos que en los próximos dos años vamos a llegar a 2,500”, añadió Martínez.
La Fhia también realiza investigaciones para detectar plantas que sean productoras de cacao fino de buena calidad y que sean resistentes a las enfermedades.“También se trabaja en poscosecha para asegurar que el cacao se fermente bien para que mantenga su calidad”, dijo Martínez.
Producto
La producción de cacao demora unos tres a cuatros años y el productor debe invertir en promedio unos 20 mil lempiras por hectárea para obtener ganancias de entre L30 mil y L40 mil.
Honduras es el tercer productor de cacao en la región, el primero es Nicaragua, seguido por Guatemala. En cuarto lugar está Costa Rica y por último El Salvador.
Cacao, una apuesta centroamericana
La ES-Cacao (Sociedad Cooperativa de Productores de Cacao) de El Salvador detalló que el cacao fino y de aroma se comercializa muy bien en el mercado internacional.
La asociación detalla que esas cualidades de la semilla la han posicionado como el producto de tendencia de los últimos años en los mercados de chocolates gourmet en Europa y Estados Unidos.
Según El Diario de Hoy, El Salvador, a través de las fincas adscritas a esta cooperativa y distribuidas por todo el país, está sembrando 50 hectáreas por año, y su meta es llegar a producir mil para el año 2017.
Esta sociedad cooperativa de empresarios agrícolas productores, no solo del llamado “alimento de los dioses”, sino que procesadores de su principal derivado, el chocolate, manifestaron que el cultivo de cacao fino es una apuesta para el país, ya que su colocación en el mercado nacional e internacional está garantizado.
“El retorno de la inversión que se haga en los primeros tres años del cultivo está garantizado por los más de 40 años de su vida útil, y no solo en lo económico, sino también en el aporte al medio ambiente, porque se genera un exuberante bosque, y en lo social al ser una fuente de empleos y formación en el campo”, dijo Rafael Trigueros Hecht, presidente de ES-Cacao.
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