15/04/2024
12:48 AM

Semana Santa es una buena opción para el comercio

Cientos de artículos ya se observan en las calles y centros comerciales de San Pedro Sula.

El feriado producto de la época de Semana Santa, que para muchos comienza hoy, resulta una buena opción de negocio para algunos hondureños.

En la ciudad industrial son muchas las ventas que están aflorando motivadas por la temporada de verano. Los consumidores pueden encontrar desde flotadores, sandalias y hamacas hasta comidas típicas como pescados, dulces, sopas, ciruelas en miel y torrejas, entre múltiples opciones.

La avenida Circunvalación es una muestra del variopinto panorama veraniego trasladado a la ciudad.

Luis Bautista, un comerciante que lleva varios años en el negocio de venta de hamacas, dice que en esta temporada sus ingresos crecen significativamente, lo que le permite mantener a su familia con un monto que sobrepasa el salario mínimo habitual. “Esta temporada hemos vendido muchas hamacas, especialmente a los extranjeros; este negocio es mi fuente de trabajo ya que por mi edad no me contratan en ninguna empresa”, afirmó.

En el negocio de don Luis llama la atención los delicados bordados con los que se ha confeccionado el producto, cuya mano de obra procede del penal sampedrano.
Los precios de las hamacas oscilan entre 600 y 1,400 lempiras y son la atracción del lugar.

Gloria Milla, otra vendedora de hamacas, explicó que esta temporada aumentan sus ingresos, con los que por seis años ha podido mantener a seis hijos, “esperamos con ansias la temporada, soy una madre soltera y no me queda más que trabajar duro y aprovechar este tiempo para guardar ingresos para mi familia”, explicó.

La venta de flotadores también tienen alta demanda, especialmente porque muchos citadinos que se quedan en la ciudad arman el verano en el patio de sus viviendas. “No me gusta salir, así que compro piscinas y flotadores para mis hijos y hacemos el verano en el patio de la casa”, afirmó Sara Cabrera, una madre de familia sampedrana.
Los ingresos para estos comerciantes son significativos y en algunos casos hasta se convierten en generadores de empleos temporales.

“Yo vendo sopas, pescado y torrejas, los vecinos me compran mucho, especialmente las sopas. Como no trabajo, esta temporada me permite ganarme al menos cinco mil lempiras en la semana”, dijo Susie Pérez, vecina del barrio Barandillas.

Pero el comercio formal también vive días de bonanza; en los distintos centros comerciales de la capital industrial ya se ve la oferta de productos y artículos para veranear, como trajes de baño y sandalias.

De acuerdo a Nelly Jerez, ministra de Turismo, la temporada de vacaciones generará ingresos por 40 millones de dólares, una buena parte, producto del comercio colateral del verano.