03/05/2024
01:45 PM

Honduras, cuarto de AL con menos acceso al agua: BM

El organismo internacional le recuerda a los Gobiernos que el vital líquido mejora de forma drástica la salud de los niños hondureños y les reduce la tarea de buscarla para sobrevivir

San Pedro Sula. A pesar de los esfuerzos para lograr avances sociales en los países latinoamericanos existe el riesgo de que lo cosechado durante la última década pueda estar en peligro.

Esa es una de las advertencias que lanzó ayer el Banco Mundial (BM) a través de su informe Logros sociales en el equilibrio: un desafío de política fiscal para América Latina y El Caribe.

Se establece que la región no ha sido inmune a la desaceleración de la economía mundial y que en los últimos dos años las tasas de crecimiento fueron menores a los números previstos.

Dentro de ese contexto, los niveles de desigualdad tampoco se lograron reducir significativamente y esto incluye el acceso a los bienes y servicios básicos.

En este punto, Honduras figura entre los últimos cuatro países donde los niños tienen menos acceso al agua, además de Bolivia, Nicaragua, y El Salvador, que aparece en el último lugar.

Los primeros puestos están ocupados por Argentina, Costa Rica, Uruguay, Chile, Colombia y Brasil.

“El acceso al agua mejora drásticamente la salud de la infancia, mejora la higiene y reduce la necesidad de los niños a buscar agua para el hogar, una actividad potencialmente extensa y ardua”, expone el organismo internacional, al destacar la importancia de tener el vital líquido.

“Consideramos que un hogar tiene acceso al agua solamente si tiene agua adentro de la vivienda”, agrega en el documento.

Acceso a agua

En contraste, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa 2011-2012) presentada a finales del año pasado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indica que un 86% de los hogares hondureños acceden al agua potable, sobre todo Tegucigalpa y San Pedro Sula, con un alcance de 98 y 99%, respectivamente.

De ese 86% de hogares hondureños que posee acceso al agua potable, un 41% de las viviendas poseen conexiones adentro, mientras un 45% afuera, considerando el servicio público (41%) y privado (45%).

El estudio establece que en el área urbana el 96% de la población tiene acceso a agua potable. En tanto, en el área rural solo el 75% puede obtener el vital líquido.

En las áreas rurales predomina el servicio privado en un 71%. En las ciudades -exceptuando San Pedro Sula donde el 100% del servicio está privatizado- prevalece el servicio público en un 56% y 40%.

Los hogares de Gracias a Dios son los que tienen menor acceso al agua potable: solo un 13%. En este departamento la principal fuente es el agua de pozo.

En el resto del país el acceso varía. En El Paraíso se estima un 68%; Choluteca, 70%, y hasta 94% en Cortés.

Falta inversión pública

Carlos Urbizo, analista económico, comenta que el problema amerita, absolutamente, inversión pública.

“Hay una gran parte de la población, tal vez en un 55%, que vive en zonas donde las inversiones tienen que ser grandes para atender a la gente y que pueda tener acceso al agua”, manifiesta.

“Es un problema de inversión pública, de costo-beneficio. La inversión puede llegar a ser muy alta y el beneficio económico bajo, pero no se puede justificar bajo esos términos, sino porque se trata de la salud del pueblo”, agrega.

Los problemas sanitarios acompañan el escenario negativo, ya que no todo el agua que se consume es potable.

“Entonces, mucho peor si el servicio se privatiza, porque sería extremadamente caro, debido a que la inversión es altísima y los consumidores en muchos pueblos son pocos”, dice, tras ser consultado sobre las salidas para remediar el problema.

Urbizo explica que privatizar el servicio de agua en Honduras implica una inversión demasiado alta, cobros caros y una recuperación lenta.

“En Tegucigalpa y San Pedro Sula, más en el segundo, han privatizado el servicio porque el mercado es grande, pero donde el mercado es pequeño todo está cuesta arriba”, indica.

El analista señala que el Gobierno debe incluir el acceso al agua entre sus prioridades.

“Por eso quedan olvidados un gran número de pueblos. Tiene que dedicarle más dinero a eso y menos a otras cosas.

Si no lo puede hacer todo tiene que hacer lo más importante, tiene que mejorar la eficiencia.