Las pérdidas por los huracanes Eta y Iota en los países de la región ascienden a 6,000 millones de dólares.
Así lo dio a conocer el gerente de Finanzas del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Hernán Danery Alvarado.
El funcionario no dio a conocer cuál es el país más afectado por los citados fenómenos naturales que azotaron la región el pasado mes de noviembre.
1,680
millones de dólares. Han ofrecido el Banco de Europa, el BCIE y el BID a Honduras para la reconstrucción luego de las tormentas tropicales.
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No obstante, Honduras es el país que mayores daños ha reportado a los sectores productivos, infraestructura y pérdidas de vidas humanas.
Wilfredo Cerrato, presidente del Banco Central de Honduras (BCH), dijo que el impacto de Eta y Iota es de 2.3% del PIB, del que 1.3% corresponde a 2020 y 1% para 2021.
El BCH estima las pérdidas derivadas de los ciclones en 75,000 millones de lempiras, mientras que el Cohep lo calcula en 5,000 millones de dólares.
La región no solo se ha visto afectada por los huracanes, sino también por la pandemia del coronavirus.
Presupuesto 2021
Honduras aprobará la próxima semana el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República por un monto de L288,000 millones, con un enfoque en la reconstrucción del país.
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Alvarado dice que cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la contracción económica ha llegado a -7.4% en 2020, sin incluir el impacto de Eta y Iota.
Honduras será el país con la mayor contracción económica de -9.5%, estimándose una recuperación entre 3.5% y 4.5% para 2021. Los niveles de deuda en la región se incrementarán en 8% del PIB para 2020 y 2% el próximo año.
Para el presidente del BCIE, Dante Mossi, la reconstrucción de los países afectados requerirá de un buen manejo económico, estabilidad macroeconómica para asegurar que ese proceso se haga dentro de un marco macroeconómico estable y predecible.
Agregó que para reactivar la economía regional se ha aprobado un plan post covid-19 de 2,600 millones de dólares.
Además, 2,500 millones de dólares para un programa resiliente al cambio climático, con un estimado de 500 millones por país.