El vicepresidente de la CE (Comisión Europea), Joaquín Almunia, confirmó que la troika, formada por la CE, el BCE (Banco Central Europeo) y el FMI (Fondo Monetario Internacional), vigilará el uso que haga la banca española de los préstamos europeos.
En una entrevista en la Cadena Ser, ha hecho hincapié en que el papel del FMI no será de cofinanciador de los créditos, puesto que sus estatutos no le permiten aportar recursos para un programa sectorial.
“El FMI estará asociado, dada su experiencia y su capacidad técnica, a las tareas de seguimiento de todo lo que tenga que ver con la utilización de ese dinero”, ha comentado el comisario, después de que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, anunciara que la troika controlaría la reestructuración de la banca en España.
Almunia ha incidido en que el préstamo conlleva unas obligaciones y compromisos que habrá que cumplir, ya que “quien da dinero nunca lo da gratis”. “Por supuesto que habrá condiciones, la cosa es cuáles serán esas condiciones”, dijo.
Además, ha afirmado que lo fundamental es recapitalizar los bancos españoles y ha recordado que el préstamo en sí no computa como déficit, sino como deuda, y que lo que sí se traducirá en déficit público será el pago de los intereses a esa ayuda.
“Los estados miembros son los que ponen el dinero y por supuesto todo préstamo lleva aparejadas unas obligaciones y compromisos por parte de quien recibe el préstamo”, ha aseverado.
Almunia ha dicho que los 100 mil millones de euros (unos 125 mil millones de dólares) ofrecidos para recapitalizar la banca española es “una cifra máxima” y ha añadido que todavía se desconoce el informe de las dos auditorías externas que están evaluando a la banca española.
Persiste la inquietud
La euforia de los mercados ante el plan de rescate a la banca española no duró más de unas horas, tras lo cual España volvió a verse vapuleada en un clima de inquietud por los detalles de la ayuda europea y su impacto en la deuda pública de un país sumido en la austeridad y la recesión.
Tras una relajación por la mañana de su coste de financiación a diez años, que llevó los intereses brevemente bajo el 6%, el rendimiento español cerró en 6.508%, frente al 6.192% del viernes.
Daniel Pingarrón, analista de la firma de corretaje IG Markets, atribuía este giro en el caso de España “al hecho de que no se conozcan detalles del rescate” europeo a la banca, en forma de un crédito de hasta 100 mil millones de euros.
Esto “de alguna manera ha cambiado el optimismo por un montón de dudas e incertidumbres”, señaló.
