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El BCE envía mensaje de unidad sobre posibles nuevos estímulos

  • 06 noviembre 2014 /

El euro cayó a un mínimo de dos años y las acciones europeas se dispararon tras las palabras de Draghi.

Fráncfort, Alemania.

El Banco Cen­tral Europeo envió una clara señal el jueves de que está listo para in­tervenir de manera más enérgica para combatir la inflación ultra­baja en la zona euro, mediante la compra de fuertes sumas de deu­da del sector privado y, tal vez, de bonos soberanos.

En su conferencia de prensa mensual, Mario Draghi, el pre­sidente del BCE, dijo que la ins­titución estaba unánimemen­te dispuesta a respaldar nuevas medidas de estímulo de ser ne­cesario. Agregó que todos prevén que el balance de la entidad—la cantidad de activos en su porta­folio— ascienda a los niveles de principios de 2012, lo que implica­ría un aumento a 1 billón de euros (US$1,24 billones).

El euro cayó a un mínimo de dos años y las acciones europeas se dispararon tras las palabras de Draghi. Al otro lado del Océa­no Atlántico, las esperanzas de nuevas medidas de estímulo mo­netario en Europa contribuyeron a un alza de 69,94 puntos, 0,4%, del Promedio Industrial Dow Jo­nes que cerró en 17.554,47 puntos, un máximo histórico.

Las políticas expansionistas de los bancos centrales, que ha­bitualmente provocan un alza de la inflación, tienden a debilitar la moneda y mejorar las perspecti­vas tanto para las empresas como para los consumidores.

Draghi había realizado comen­tarios individuales similares so­bre el balance del BCE, pero su inclusión en la declaración in­troductoria de la conferencia de prensa significa que cuenta con el respaldo de los 24 miembros del Consejo de Gobierno. En una señal de la unidad del organismo, Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank, el banco central alemán, quien ha criticado dura­mente las políticas del BCE, jugó un papel central en la redacción de la declaración, según una per­sona al tanto.

Como se preveía, el BCE dejó intacta su tasa de interés de re­ferencia —la que cobra a los ban­cos comerciales por sus présta­mos regulares— en un mínimo de 0,05%.

Draghi informó que se les ha solicitado al personal y los co­mités del BCE que faciliten “la preparación oportuna de nuevas medidas para que sean imple­mentadas, de ser necesario”. Aña­dió que el personal y los comités del BCE tienen un historial com­probado de hacer el trabajo que se espera de ellos, un indicio de que la institución está lista para aplicar sus recomendaciones si fuese necesario.

“Están más cerca de adoptar nuevas medidas”, indicó Cars­ten Brzeski, economista de ING Bank. Pero nada garantiza que se implementen nuevos estímu­los para diciembre, agregó. Para que ello suceda, la inflación ten­dría que mostrar nuevas señales de debilitamiento y las autorida­des del BCE tendrían que estar convencidas de que las medidas aprobadas recientemente, como los préstamos bancarios y la com­pra de bonos cubiertos y valores respaldados por activos, no son suficientes.

De todas formas, la vara pare­ce alta para que el presidente del Bundesbank apruebe estímulos adicionales a pesar de la decla­ración unánime. Weidmann no considera el comunicado sobre el balance una meta explícita, sino una previsión, según una fuente al tanto. El funcionario alemán está abierto a adoptar nuevas medidas, añadió la fuente, pero eso requerirá una reducción sig­nificativa en las perspectivas de crecimiento económico y la in­flación.

Hasta el momento, el BCE se ha abstenido de hacer compras a gran escala de activos del sec­tor público, una política conocida como relajamiento cuantitativo, que han sido una piedra angular de las respuestas de los bancos centrales a las crisis financieras de Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón.

Hace poco, la Fed puso punto final a sus compras de activos en medio de una reactivación econó­mica y una inflación más alta que en la zona euro. El Banco de Ja­pón expandió la semana pasada su programa de compras de ac­tivos en hasta un tercio, con ad­quisiciones adicionales de deuda soberana, acciones y fondos de bienes raíces.

Las autoridades del BCE pasa­ron un tiempo considerable anali­zando la experiencia de otros ban­cos centrales y las lecciones que se pueden desprender para Euro­pa, reveló Draghi. Comprar bonos soberanos es una opción, aseveró, siempre y cuando ello no financie a los gobiernos europeos. El BCE podría eludir esta restricción al adquirir bonos en los mercados financieros. “Ahora es una cues­tión de cuándo, no de si” el BCE comprará valores de deuda pú­blica, afirmó Jennifer McKeown, economista de la consultora Ca­pital Economics.

La Organización para la Co­operación y el Desarrollo Eco­nómicos, que incluye principal­mente a las grandes economías desarrolladas y en el que también participan México y Chile, dijo el jueves que el BCE debería lanzar un programa expandido de com­pras de activos empezando por valores de deuda privada para tal vez a largo plazo incluir deu­da soberana.

El BCE comenzó en octubre a comprar bonos bancarios cubier­tos como parte de un programa aprobado en septiembre y ha se­ñalado que empezaría a comprar valores respaldados por activos este mes. Sin embargo, muchos analistas dudan de que esto sea suficiente para elevar la oferta de dinero todo lo necesario, dada la dimensión de estos mercados.

Draghi enfatizó que las auto­ridades “seguirán evaluando la idoneidad de su postura” y reite­ró que el Consejo de Gobierno está unánimemente dispuesto a tomar más medidas poco convenciona­les si la perspectiva de la inflación se deteriora. El mes pasado, la in­flación de doce meses de la zona euro alcanzó 0,4%, muy por deba­jo de la meta del banco central de poco menos de 2%.

Draghi subrayó en forma rei­terada la unión del BCE para esti­mular la economía y elevar la in­flación. “Habrá una variedad de personas involucradas en estas discusiones” sobre medidas de estímulo adicionales, manifestó.