Teguciglpa, Honduras.
Los promotores privados “piensan dos veces” antes de iniciar un nuevo proyecto, ya que debido a que los precios en dólares no ceden, el aumento del precio de los inmuebles en unidades indexadas (UI) –la moneda que los bancos financian a los particulares– complica cada vez más el acceso de aquellas familias que aspiran a cumplir el sueño de la casa propia.
Sin embargo, varios proyectos habitacionales están a la expectativa del empuje estatal a la vivienda social.
Marcos Saavedra, presidente de Canabir, sostiene que este es un sector al que se le debe apostar en el país en los próximos años.
Son viviendas de 250 varas y una construcción de 40 metros para gente que nunca ha tenido vivienda ni sueña con tener.
“Entonces deberíamos todos los que estamos en esto apostar a eso porque va a ayudar a que la gente viva mejor y que la gente de tierra adentro tenga acceso a una casa sencilla y humilde y evitar su migración a las grandes ciudades”.
Apuntó que el anuncio del Gobierno de programas masivos de vivienda popular y la participación de la empresa privada en los mismos apuntalaría la vivienda.
Si realmente muchos tenemos el valor de hacer vivienda para la gente, número uno, ahí es el porcentaje más alto de necesidad de la demanda; número dos, ahí es donde la gente de clase baja tiene la capacidad de poderlo pagar, y número tres, que el gobierno está dando un aporte de 90,000 lempiras para que compre una vivienda, en el marco de un ambicioso plan de construcción de este tipo de viviendas en varias regiones del país.
Y es que el apoyo estatal no es el único factor. Desde la Chico también apuntan que los costos fijos como salarios de la mano de obra e inflación, además del impacto del cemento y el hierro, y del tiempo excesivo para homologar nuevas técnicas de construcción frenan el dinamismo del sector.
