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Vivienda social reactiva la construcción

  • 21 junio 2016 /

Unas 10,000 viviendas sociales en 40 proyectos se ejecutarían en el segundo semestre del año. Fondo Confianza avalará 3,000 créditos para personas de bajos ingresos.

Tegucigalpa, Honduras.

El sector de la construcción se prepara para mejores tiempos y ven, en los proyectos de vivienda social y las alianzas públicas privadas, las bases de la recuperación.

En el primer trimestre se registraron cifras positivas. El Banco Central de Honduras anunció una recuperación del sector de un 1.9% y proyectan cerrar con un 6% global.

Los desarrolladores de proyectos habitacionales reconocen la recuperación del sector vivienda, marcado por la construcción de viviendas sociales a nivel nacional.

También se ha recuperado la construcción privada, tanto en el sector comercial como industrial. Y en Tegucigalpa, las construcciones de obras viales impulsadas por la Alcaldía Municipal han apuntalado la industria.

Estas son algunas de las razones que hacen crecer sus expectativas, y que les hacen suponer que los años de las vacas flacas están por quedarse en el pasado.

Crecimiento del 6%

El BCH proyecta crecimientos de 6% para este año. “Yo creo que sí podemos llegar a lograrlo, el BCH es la institución más seria, y yo sí creo en los números de ellos”, dijo Silvio Larios, director ejecutivo de la Cámara Hondureña de la Construcción (Chico).

Después de siete años de desaceleración, en el primer trimestre de 2016 “empezamos por primera vez a cambiar el panorama, en grados pequeños, un 1.9% de crecimiento”.

“El 2015 cerramos con números rojos, pero ya cambió un poco la historia, ahora lo que queremos es darle el impulso final a la construcción y edificación de viviendas, porque consideramos que este es el tema que va a rescatar la economía nacional. Se trata de construcción masiva, de dar bienestar a las personas, un tema de empleo, un tema de movimiento de la economía”, comentó.

Es un nuevo contexto, y el sector privado está apostando por invertir, esperando correr riesgos. Tomando la iniciativa en proyectos para impulsar la inversión privada en el sector comercial, de servicios, industrial y de vivienda, agregó Larios.

Números rojos

La construcción registró en la última década un desempeño bastante bajo. Según la Encuesta Trimestral de Construcción Privada, durante 2015 el área total construida mostró una caída de 11.1%, debido a la reducción de 9.4% en la edificación residencial (que representa el 57.2% del total del sector).

El mismo estudio señaló que el número de metros cuadrados construidos de locales comerciales fue de -25.8% y el de establecimientos industriales -10.2%.

Según los registros de la Chico, en el año 2014 en el país solo se construyeron 20,800 casas, de las cuales 15,000 fueron sociales.

Después de la tempestad, viene la calma. Larios sostiene que su apuesta es a la reactivación de los proyectos de vivienda social. “Esto genera muchas expectativas, los certificadores de proyectos están saliendo a certificar los mismos. Tenemos arriba de 40 proyectos ya certificados, que suman arriba de las 10,000 viviendas”.

El 85% de las necesidades de viviendas en el país es de vivienda social. Estas viviendas tienen un precio promedio de 600,000 lempiras, que siguen siendo inalcanzables para muchas personas por las altas tasas bancarias.

Según Larios, los precios de estas viviendas pueden bajar hasta los 400,000 lempiras, si bajan las tasas por servicios públicos, la tasa de bomberos “que son catastróficos para la inversión y el precio final de las viviendas sociales”.

Pero estuvo optimista porque han logrado la aprobación de leyes en la cual se está eliminando todo este tipo de cobros, tasas y sobretasas para promover la construcción de vivienda social.

“Si a ello se suma usar nuevas tecnologías y ser más ingeniosos en los productos a ofrecer a las personas, fácilmente podemos obtener productos de 450,000 lempiras para arriba”, apuntó.

Van 7,600 viviendas sociales

Son unidades habitacionales de dos y tres cuartos, cocina, comedor y un baño. Los proyectos son ejecutados por operadores privados.

A través del programa estatal Convivienda se dispone de bonos que van de los 30,000, 45,000 y 90,000 lempiras para las familias con ingresos bajos, que quieran optar a una vivienda.

“Si usted es un trabajador de la maquila, donde los salarios promedios son de 5,800 lempiras, puede optar a un bono de 90,000 lempiras, el que se entrega directamente a la institución bancaria que financia la vivienda, explicó a D&N Sireya Díaz, directora ejecutiva del programa Convivienda.

Si no es trabajador de ese sector, pero gana entre medio y dos salarios mínimos puede optar a un bono de 50,000 lempiras, y si su salario se mueve entre 3 y 4 salarios mínimos a un bono de 45,000 lempiras.

Los préstamos son otorgados por los bancos del sistema financiero, a 20 años plazo y con tasas de interés de 9.7%, si son fondos Banprovih.

Si el financiamiento es con fondos RAP, los intereses se mueven un poco hacia arriba (hasta un 14%).

A estos beneficios se puede acceder también a través de las llamadas instituciones intermediarias especiales, como Hábitat.

Las casas deben tener un precio máximo de 600,000 lempiras, por lo que las mensualidades serían de al menos 5,000 lempiras, lo que requiere ingresos de 9,500 lempiras mensuales.

Hasta mayo de 2016, Convivienda registraba la construcción de 7,624 viviendas a nivel nacional y 238 millones de lempiras en bonos.

¿Donde están?

Los proyectos que se realizan en Tegucigalpa bajo esta modalidad son: Ciudad Tecnológica, localizada en el sector de la salida al sur en el km 12, Aldea Yaguacire y construida por Soluciones de Vivienda; residencial Izcaya, a un kilómetro de la entrada al municipio de Santa Ana; paseo Las Campanas, y residencial Hamburgo, ubicada en el sector de El Tablón, camino a Unitec.

Uno de los programas más ambiciosos es el de Ciudad Esperanza, que se proyecta construir en el kilómetro 20 sobre la carretera a Olancho, en el sector de Las Flores.

En este proyecto se ofrecerán varias soluciones habitacionales: viviendas en condominio y viviendas independientes.

Los precios son desde 370,000 hasta 600,000 lempiras. Díaz dijo que para 2015 ya tienen aprobadas 18,000 nuevas viviendas a nivel nacional.

“Estamos seguros que con estos proyectos vamos a reactivar el sector de la construcción, este es un proyecto en el que hemos articulado a la empresa privada, a la banca y a los que quieren comprar una vivienda, por eso confiamos en su éxito”, agregó.

Foto: La Prensa

Los expertos dicen que deben primar los intereses de la industria nacional para formar un círculo virtuoso

Clase media

Los costos de las viviendas para clase media son variables, dependen de la ciudad donde se construyen, su tamaño y el costo de los productos de la canasta de la construcción, entre otros.

En Tegucigalpa, acceder a una vivienda es mucho más caro que en Danlí, El Paraíso, o La Ceiba. En San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia del país, los precios son bastante similares a los de la capital hondureña.

Y esto es producto de que Tegucigalpa y San Pedro Sula son los principales polos económicos del país, por lo que concentran un mayor volumen poblacional.

Eso eleva el precio de la tierra que representa el 50% o más del valor total de una vivienda, y en las principales ciudades del país, se ha vuelto escasa. En este contexto, los precios de las viviendas para clase media en Tegucigalpa y San Pedro Sula se mueven entre los 1.2 y 3 millones de lempiras. Las residencias de clase alta están por encima de los 4 y 5 millones.

En los últimos años, las construcciones verticales han tomado auge en Tegucigalpa y San Pedro Sula. Son soluciones más accesibles, principalmente para las parejas jóvenes que han comenzado a tener un cambio de actitud optando por estas viviendas dependiendo de sus ingresos.

Los financiamientos para vivienda en el país están disponibles en el sistema financiero, que maneja líneas de redescuento de préstamos para vivienda del Banco para la Producción y la Vivienda (Banprovi), el Fondo Social para la Vivienda (Fosovi) y el Régimen de Aportaciones Privadas (RAP), los que se prestan a tasas preferenciales que se mueven entre el 9% y el 11%.

Para acceder a un financiamiento de 1.5 millones de lempiras se requiere un ingreso mínimo familiar de 40,000 lempiras mensuales, aunque las agencias bancarias advierten que el ingreso no necesariamente garantiza el préstamo, pues el acceso al mismo dependerá de un estudio que determine los gastos y la capacidad de pago del solicitante.

Coalianza y Plan 20/20

Los desarrolladores de proyectos en Honduras quieren también que se les abran las oportunidades de participación en los grandes proyectos de infraestructura que el Gobierno impulsa desde las Alianzas Público Privadas.

Así lo expone Juan Carlos Sikaffi, vicepresidente de la Chico, quien considera que en la ejecución de este modelo está el desarrollo del país.

Pero en Honduras, planteó, “el problema es que en Coalianza hacen proyectos demasiado grandes y sacan técnicamente a los constructores nacionales. Tenemos que primar los intereses de la industria nacional, del empresario nacional, para formar un círculo virtuoso que genere bienestar para todos los hondureños”.

Por ahora muestran su desconcierto. Consideran que los están dejando afuera. “Imagínese que para un proyecto de 100 millones de dólares le piden una garantía de cumplimiento del 15%.

Son 15 millones de dólares, ¿qué empresa, a nivel nacional, tiene para poner 15 millones de dólares en una garantía?

Si bien consideran que esta no es una competencia desleal, demandan mecanismos que permitan a las empresas hondureñas una participación más activa. “Necesitamos ese derrame de la empresa nacional”, dijo Sikaffi.

Sikaffi dijo además confiar en que una vez en marcha el plan 20/20 de reactivación económica que impulsa el Gobierno hondureño podría representar un punto de inflexión para el sector de la construcción.

“Porque si usted quiere hacer maquilas, call center, hoteles para turismo y bodegas, necesita infraestructura, carreteras, casas, agua potable, saneamiento. Nosotros sí creemos que este proyecto va a ser un detonante para la industria de la construcción”, apuntó.