27/04/2024
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Los cuarteles generales corporativos son un anacronismo

  • 28 abril 2015 /

Ha llegado el momento en que repensemos esta concentración de liderazgo típico de una organización

Washington, Estados Unidos.

Los cuarteles generales son típicamente donde una organización basa sus líderes más importantes.

El piso de hasta arriba, reservado para el director ejecutivo y sus lugartenientes, es donde se toman las decisiones.

El siguiente peldaño de líderes, a menudo operando desde distintos locales, tiene que converger en este centro de gravedad para evaluaciones y la reprimenda ocasional.

Ha llegado la hora en que repensemos esta concentración de liderazgo. El cambio actual es exponencial. La tecnología ha comprimido los tiempos, costos y distancias.

Las organizaciones deben ser ágiles y sensibles, y una cadena de mando vertical con ritos anuales crea aislamiento, lentitud y burocracia.

Los líderes deberían estar donde está la acción: donde están los clientes y donde deberían tomarse las decisiones. Así, se vuelven facilitadores de la acción conforme ésta se presenta, no guardianes, evaluadores o controladores.

Al distribuir a los líderes a estos puntos críticos, una organización puede cambiar de forma de acuerdo a las realidades conforme se presenten.

En GE hemos empezado a usar este enfoque de liderazgo distribuido para incrementar nuestra relevancia para los mercados que servimos o que aprovechamos.

Por ejemplo, hace unos años GE mudó la base de su vicepresidente a Asia, lo que atrajo mucho más atención del liderazgo a los mercados de crecimiento en esa región.

El liderazgo distribuido nos permitió hacer crecer nuestra presencia de 100 países en el mundo a más de 175 países en este momento.

También hemos puesto centros cerca de fuentes comprobadas de talento. Abrimos el Centro de Software de Excelencia GE en San Ramón, California, dada la disponibilidad de talento y la necesidad de establecernos firmemente como compañía de software.

En un mundo conectado, el centro de gravedad es donde están los clientes, y los líderes deben ser parte de ese involucramiento, confiriendo el poder necesario en el campo.

Consecuentemente, dónde posicionar un líder es una decisión estratégica y debería estar determinada por el lugar que ayudará a la compañía a alcanzar una ventaja competitiva.