Campañas comerciales, atención al cliente, gestión de nóminas, comunicación, área legal y otras muchas funciones son tercerizables en las empresas.
Una tendencia al alza para convertir costos fijos en variables, que se agudiza con la recesión en busca de la reducción de gastos. El denominado outsourcing permite a las compañías ganar competitividad, pero también les ofrece una oportunidad de hacer negocio a firmas más pequeñas.
Este es el caso de Innalia, una compañía que pone a disposición de sus clientes (otros emprendedores, pymes y grandes organizaciones) todo lo necesario para desarrollar su producto o idea de negocio con servicios relacionados con ventas, dirección financiera, contabilidad, mercadeo, etcétera.
Sus fundadores, Cristóbal Medina y Francisco García, aprovecharon la oportunidad hace tres años. Al principio, lo más difícil fue ganarse la confianza de su público: “Lo solucionamos con tenacidad y argumentos. Logramos que las empresas probasen nuestros servicios y viesen por ellas mismas que podíamos ayudarlas. Nos dirigimos a aquellos mercados en los que teníamos un conocimiento mayor por nuestra experiencia profesional”.
Además hay muchas firmas grandes que por su estructura no son capaces de innovar sus productos. Daniel Soriano, director del Centro Internacional de Gestión Emprendedora de IE Business School, cree que, por ese motivo, “es interesante dar entrada a estas empresas de nueva creación”. Con información de Expansión.com
