La participación de las mujeres en el sector cafetalero hondureño ha crecido exponencialmente en las últimas tres décadas, empoderando a cientos de productoras y fortaleciendo la cadena de valor del aromático.
Así lo destacó en una entrevista reciente la presidenta de la Alianza de Mujeres en el Café (Amucafé) en Honduras, Karla Lagos, quien atribuyó estos avances al trabajo de mujeres pioneras, el apoyo de la cooperación internacional y los esfuerzos de diferentes sectores para reducir la brecha de género en el país.
Lagos indicó que ahora hay más representación femenina en todos los eslabones de la cadena, desde la producción, el beneficiado, la catación y el barismo, hasta la comercialización.
Señaló que en los últimos años se ha hecho mucho énfasis en el tema de mujer y género, lo que ha propiciado el surgimiento de iniciativas que buscan apoyar a las mujeres del sector a través de la capacitación y profesionalización.
Como resultado, estos esfuerzos han contribuido a que las mujeres adopten cada vez más un rol de liderazgo, alcanzando su independencia económica, mejorando la calidad de vida de sus familias y trayendo desarrollo a sus comunidades.
Acerca de los desafíos, Lagos dijo que la tenencia de la tierra, el acceso al financiamiento y el cambio climático son algunos de los principales retos que enfrentan.
Explicó que, de acuerdo con los registros del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), el número de productoras a nivel nacional asciende a unas 24,000, lo que significa que el 20% de la producción está a cargo de las mujeres.
No obstante, aseguró que en la práctica la representación es mayor, pero esto no se refleja, debido a que en muchos casos el nombre que figura en los registros es el de la pareja de las productoras, debido a que las escrituras están a su nombre.
Lo mismo opina Marlen Contreras, una productora de cafés orgánicos de Marcala, en el departamento de La Paz.
Contreras recordó que en los años 80, una misión de la Cooperación Alemana llegó a la ciudad para enseñar a las mujeres a cultivar café de forma sostenible.
La marcalina, que ahora dirige una exportadora de productos orgánicos, relató que en ese tiempo no había muchas mujeres en el rubro y que el mayor reto fue conseguir la tierra para que el grupo, integrado por 250 mujeres, diera sus primeros pasos en la caficultura.
Contreras destacó que La Paz es uno de los departamentos con mayor representación femenina en el sector cafetalero y cuenta con una asociación de jóvenes bastante fuerte que le apuestan al comercio directo.
Sin embargo, señaló que, pese a estos avances, todavía queda mucho trabajo por hacer para alcanzar la equidad en el sector y lograr que las mujeres puedan ser dueñas de sus parcelas.
Por su parte, Suyapa Hawit, vicepresidenta de Co. Honducafé y pionera de la caficultura hondureña, expresó que le llena de alegría ver cómo las mujeres han ido adoptando mayor protagonismo en el sector.
Hawit destacó que en departamentos como Santa Bárbara, La Paz, Copán, Intibucá, Lempira y Cortés hay mujeres capaces que están haciendo un trabajo extraordinario.
Subrayó que debido a la migración, muchas mujeres están quedando al frente de la fincas cafetaleras, así que organizaciones como la Fundación Co. Honducafé están trabajando para capacitarlas y asegurar el relevo generacional.
Hawit reconoció que las productoras siguen luchando contra limitantes como el acceso al financiamiento, el cambio climático y la falta de participación en cargos directivos, por lo que motivó a las mujeres a que “nunca desmayen, aunque haya años malos”, y que recuerden que “al sembrar café, también se siembra esperanza y desarrollo para Honduras”.