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El vino hondureño que compitió y ganó en Hong Kong

  • 12 octubre 2015 /

Alexis Sánchez, fundador de la Empresa Agrosilvopastoril Villa San Pablo (Emavisapa), habla la marca vinícola hondurena

Tegucigalpa, Honduras.

Aunque Honduras no es un país vinícola, una marca hondureña, Hato Mayor, elaborada en el valle de Comayagua, región central del país, ha ganado tres medallas (una de oro y dos de bronce) en una de las competencias internacionales de importadores, distribuidores y minoristas: la CWSA 2015 de Hong Kong, China.

Hato Mayor Don Alejandro se alzó con la medalla de oro, en tanto sus hermanos Hato Mayor Myrciaria Cauliflora y Hato Mayor Vino de Naranja, obtuvieron, cada uno, una medalla de bronce.

El CWSA está considerado como el mayor y más prestigioso concurso de vinos y licores en China, en el que participan casas y marcas de 35 países del mundo.

La selección de los ganadores estuvo a manos de 100 jueces, quienes hacen la selección de los vinos y bebidas espirituosas, mediante “cata a ciegas”.

El vino hondureño es elaborado por la empresa Agrosilvopastoril Villa San Pablo (EMAVISAPA), de Siguatepeque, productora de los vinos de jaboticaba, una fruta originaria de Brasil y que trajo a Honduras en 1926 Frederick Wilson Popenoe, un agrónomo estadounidense que vino a la región centroamericana a trabajar con la transnacional bananera United Fruit Company, y que luego fundó la Estación Experimental (Jardín Botánico) Valle de Lancetilla y se desempeñó como el primer director de la Escuela Agrícola Panamericana de El Zamorano.

Hoy en día la fruta, que crece pegada al tronco del árbol, se cultiva y cosecha en todo el territorio hondureño, desde Lancetilla a El Zamorano, en todas las regiones del país, dice a D&N Alexis Sánchez, gerente de la pequeña empresa familiar que ozó incursionar en un negocio del que lo único que sabía era “degustar un buen vino”, y del cual ahora, tras dos años de éxitos en el mercado nacional y un reconocimiento internacional a la calidad de su producto, sienten, como dijo Joan Manuel Serrat (el famoso cantante español del cuál se declara admirador), “que le estamos devolviendo al vino lo que el vino ha hecho por nosotros”.

Cómo inician con este proyecto Sánchez dijo que todo fue circunstancial.

“La familia contaba con un cultivo del árbol de Jaboticaba y no sabíamos que hacer con el abundante fruto de la misma.

Hubo un momento que perdimos como 100 libras de la fruta, y fue entonces que dijimos, no, hay que ver que hacemos con esta fruta. Fue así que comenzamos por hacer licor, pero resultó muy costoso porque se tenía que comprar alcohol. Después probamos hacer el vino y por allí nos fuimos”.

Recuerda que como no conocían los procesos de elaboración de la bebida tuvieron que estudiar mucho, consultar a conocedores y en la Internet.

“Fue un proceso lento pero seguro, a tal grado que en el proceso también comenzaron a elaborar un vino de naranja “y los dos vinos nos quedaron deliciosos”.

Una vez logrado este primer paso, los Sánchez comenzaron a comercializar su producto en el mercado local. Con muy buen suceso. “La gente nos decía que era un muy buen vino”.

Ya en este punto del camino, cuenta Sánchez, “nosotros sabíamos que el vino era bueno y necesitábamos que alguien nos ratificara que tan buena era nuestro vino”.

Alexis Sánchez, fundador de la Empresa Agrosilvopastoril Villa San Pablo (Emavisapa), habla la marca vinícola hondurena

Alexis Sánchez, fundador de la Empresa Agrosilvopastoril Villa San Pablo (Emavisapa), habla la marca vinícola hondurena

Así inició una búsqueda en la Internet y mercados de América del Sur que les llevaron al concurso en Hong Kong “y no dudamos ponernos en contacto con ellos, nos mandaron las aplicaciones, las llenamos, hicimos el pago de la matrícula y nos dieron las instrucciones de como enviar las muestras y así lo hicimos.

Mandamos tres muestras y las tres ganaron una medalla”.

Los ganadores fueron el vino Don Alejandro, un vino semiseco, que ganó la medalla de oro, mientras que el vino dulce Myrciaria Cauliflora (que es el nombre científico de la Jaboticaba) y el vino de Naranja, obtuvieron medallas de bronce.

Los resultados de este proceso sorprendieron pues se estaba participando en un evento de alta calidad mundial, compitiendo con casas productoras de renombre en los diversos continentes. “Es decir que los vinos hondureños concursaron con los principales productores del mundo”, dijo.

¿Qué representa para ustedes este triunfo?

“Para mí este es un triunfo de Honduras. El hecho de que hayamos logrado una medalla para un país que no tiene tradición vinícola, eso nos llena de orgullo y eso es lo queremos resaltar, yo les digo a la gente que nos apoya: nosotros no queremos vender botellas de vino, nosotros queremos vender un sentimiento, vender algo que sea un orgullo de los hondureños; queremos consolidarnos en el gusto, en el corazón del pueblo hondureño, y después si las condiciones se dan y las cosechas van mejorando, pensar en la exportación”.

En este punto aclara que el participar en este concurso internacional “no fue con la intención de conquistar mercados porque no tenemos volumen para venderles, esta gente consume millones de botellas”.

“El proyecto es afianzarnos en el mercado nacional, que los hondureños se apropien de este proyecto y poder decirle al mundo que aquí podemos hacer bien las cosas”.