30/04/2024
08:08 AM

App para pequeñas empresas agrícolas

Programa fortalece a 75 organizaciones de productores con financiamiento público-privado

Tegucigalpa, Honduras.

Un grupo de instituciones financieras privadas ofrece créditos a 75 organizaciones de pequeños productores rurales del centro y occidente del país con un programa estatal.

La participación del financiamiento privado ha sido posible gracias a un modelo de desarrollo rural público-privado implementado por el proyecto Competitividad Rural (ComRural) de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).

Actualmente participan en esta iniciativa 31 aliados financieros privados, entre bancos, instituciones de desarrollo financiero (OPDF), financieras, cooperativas de ahorro y crédito, cajas rurales, aliados comerciales y empresas proveedoras de insumos o equipos.

Entre los bancos privados figuran Banco de Occidente, Banco Hondureño del Café (Banhcafé), Banpaís, Banco de los Trabajadores, Ficohsa y BanRural.

“La estructura de este proyecto fomenta el establecimiento de alianzas estratégicas, cadenas de valor, acompañamiento técnico, fortalecimiento de canales de comercialización y el apoyo financiero. Esto ha venido a aumentar la confianza en la banca privada al permitirnos colocar recursos y hacer negocios en un sector considerado de alto riesgo financiero”, afirma el gerente de Banhcafé para Santa Rosa de Copán, Mario Roberto Pagoaga.

Norman Piccione, gerente del proyecto ComRural en el Banco Mundial en Washington, dijo que el modelo ha permitido impulsar inversiones privadas por 10.1 millones de dólares (50% del costo total de cada plan de negocios), promoviendo la relación empresarial entre el productor y las instituciones financieras privadas en el sector rural.

En la actualidad, el proyecto ha logrado apalancar 173 millones de lempiras provenientes del sector financiero privado, más 79 millones de lempiras de aporte de los productores para el cofinanciamiento de los planes de negocios.

Por su parte, el proyecto ComRural ha aportado una contraparte de 270 millones de lempiras en fondos públicos no reembolsables provenientes del Banco Mundial como capital semilla a las organizaciones de productores para estimular la inversión privada en el sector rural e incrementar la productividad y rentabilidad de las empresas de los pequeños agricultores organizados.