25/05/2024
11:05 PM

Con su acuerdo con el Club de París, Argentina busca acceso a financiación

La nación sudamericana llegó a un acuerdo para pagar US$9.700 millones que debe al Club de París.

Buenos Aires, Argentina.

Argentina llegó a un acuerdo para pagar US$9.700 millones que debe al Club de París. Se trata de la medida más reciente por parte del país para resolver sus disputas de deuda, que los analis­tas interpretan como una estrate­gia para acceder a financiamiento externo.

Buenos Aires dijo el jueves que cancelará su deuda con el Club de Pa­rís en un plazo cinco años, con un primer pago de US$650 millones en julio seguido por otro de US$500 mi­llones en mayo de 2015.

El Club de París, que representa los intereses de 19 países acreedo­res, dijo por su parte que las agen­cias de crédito a la exportación de sus países miembros pueden reanu­dar negocios con Argentina.

“Es una muestra de que Argenti­na aspira a una mejor relación con sus acreedores, necesaria para un acceso a financiamiento e inver­sión extranjera directa”, señaló Se­bastián Vargas, economista sénior de Barclays Capital.

El acuerdo con el Club de París llega después de que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner entregó alrededor de US$5.000 mi­llones en bonos soberanos a la pe­trolera española Repsol, en indem­nización por la expropiación de una participación controladora en su di­visión local hace dos años.

El año pasado, el gobierno tam­bién pagó alrededor de US$500 mi­llones para resolver demandas civi­les de empresas extranjeras que se vieron afectadas por la crisis econó­mica en 2001. Argentina ha reestruc­turado sus deudas sin causar daños económicos a su población, aseguró Jorge Capitanich, jefe de gabinete de Fernández de Kirchner, en una con­ferencia de prensa.

El entusiasmo reciente de Argen­tina por negociar con sus acreedores coincide con una escasez de divisas extranjeras que ha obligado al go­bierno a devaluar el peso y limitar las importaciones para asegurarse de que el Banco Central tenga sufi­cientes dólares disponibles para es­tabilizar la moneda local.

El acuerdo del jueves podría darle a Argentina acceso al seguro crediticio, garantías de préstamo y financiación que otorgan las agen­cias de crédito a la exportación de los países miembros del Club de Pa­rís. Pero no está claro si se traducirá en un alivio inmediato para la esca­sez de dólares del país o si desatará una muy necesaria ola de inversión extranjera directa.

“Creo que en el corto plazo los efectos sobre el flujo de dólares son negativos porque habrá más pagos que los ingresos de efectivo netos, pero a mediano plazo será positivo porque estará resolviendo uno de los temas clave pendientes que podría a la larga atraer más dinero”, dice Alberto Ramos, economista de Gold­man Sachs.

Los inversionistas extranjeros tienen razones de sobra para pen­sar muy bien antes de comprome­terse a inyectar dinero fresco a una economía que sufre de una moneda inestable y una inflación anual de más de 30%.

Años de inflación alta causada por el gasto excesivo del gobierno ha provocado que los argentinos y los extranjeros retiren miles de mi­llones de dólares del país desde que Fernández de Kirchner asumió el po­der en 2007.

Después de alcanzar un cenit de US$52.600 millones en enero de 2011, las reservas en moneda extran­jera de Argentina se acercan a míni­mos de ocho años, lo que ha genera­do nervios entre los inversionistas que temen que el país pueda quedar­se sin dólares suficientes para pagar a sus tenedores de bonos y defender su moneda.

Después de caer a US$26.700 mi­llones a principios de abril, el inicio de la cosecha de soya ha elevado las reservas a US$28.500 millones. Se espera que las reservas vuelvan a caer en el segundo semestre del año, cuando culmine la cosecha de la soya y las importaciones de combustible del otoño consuman los dólares.

El presidente del banco central, Juan Carlos Fábrega, se mostró op­timista durante una conferencia el miércoles, cuando dijo que pre­veía que las reservas terminarían el año en alrededor de US$28.000 millones. El gobierno argentino no puede elevar los dólares para ven­der bonos en el exterior debido a demandas ligadas a su cesación de pagos en 2001.

Los inversionistas renegocia­ron alrededor de 93% de los bo­nos incumplidos en canjes de deu­da con altos descuentos en 2005 y 2010. Sin embargo, un pequeño grupo de fondos de cobertura de­mandaron el pago total en un caso que ha llegado hasta la Corte Su­prema de Estados Unidos.

Si el próximo mes los jueces re­chazan atender la apelación de Ar­gentina al fallo de una corte inferior, el gobierno tendrá que escoger en­tre faltar a su promesa de nunca pa­garles a los fondos de cobertura o arriesgarse a que el gobierno incum­pla sus bonos en circulación.

“Con el acuerdo con el Club de París, el único tema por resolver en términos de la agenda financie­ra (de Argentina) son los acreedo­res”, que exigen el pago total, dijo Vargas.