02/05/2024
01:46 AM

Con nuevos usos, Botox trata de no envejecer

Las ventas para estos usos subieron en 2013 17%, comparado con un crecimien­to de 8% para las ventas como trata­miento cosmético.

Nueva York, Estados Unidos.

J. Michael Pearson, presidente ejecutivo de Valeant Pharmaceuti­cals International Inc., dice que re­ducirá el gasto en investigación de Allergan Inc. si su oferta hostil de compra prospera. Pero sí manten­dría al menos una de las priorida­des de I&D de su blanco: sus intentos de seguir expandiendo Botox hacia usos nuevos.

Botox, de Allergan, ganó fama mundial como un tratamiento para eliminar las arrugas. Pero 54% de las ventas de la medicina que para­liza los músculos se deriva de otros usos, incluyendo tratamiento para combatir migrañas crónicas y veji­gas hiperactivas.

Y las ventas para estos usos subieron el año pasado 17%, comparado con un crecimien­to de 8% para las ventas como trata­miento cosmético.

Allergan está gastando a manos llenas para seguir expandiendo los usos de Botox a otras enfermedades, desde la parálisis cerebral juvenil hasta la eyaculación prematura y la depresión, que algunos doctores creen puede aliviar al inhibir la habi­lidad de la cara de fruncir el ceño.

Es un enfoque que el jefe de Va­leant, conocido por controlar costos, apoya. “Trataremos de obtener la mayor cantidad de usos posibles”, dijo Pearson sobre Botox en abril du­rante una conferencia de prensa en la que anunció la oferta hostil por Allergan.
“El gran generador de va­lor es Botox”.

El lunes, Allergan rechazó oficial­mente la oferta de US$46.000 millo­nes hecha por Valeant y su socio Per­shing Square Capital Management LP. Valeant, entretanto, amenazó con presentar la propuesta directa­mente a los accionistas de Allergan y revelaría una oferta mejorada a fines de este mes durante una pre­sentación.

Unos 25 años después de que Bo­tox llegara al mercado estadouni­dense, los ingresos del tratamien­to siguen creciendo, a un total de US$2.000 millones el año pasado, 9% más que en 2012. Se prevé que para fines de 2018, Botox alcance ventas globales de US$3.150 mi­llones, de acuerdo con analistas de Sterne Agee & Leach Inc.

Allergan tiene en marcha pruebas clínicas de Botox para cuatro nuevos usos. La empresa señaló en una pre­sentación a inversionistas que el año pasado gastó unos US$200 millones en el desarrollo de nuevos usos para Botox, o casi 19% de su presupuesto de I&D de US$1.040 millones.

El futuro de Botox “sigue siendo muy brillante”, dijo en una entrevis­ta David Pyott, presidente ejecutivo de Allergan.

Pyott también cuestionó si Va­leant podrá cumplir con el progra­ma de pruebas clínicas de Botox, teniendo en cuenta las ambiciosas medidas de recorte de costos que ha propuesto. En abril, Valeant dijo que reduciría el gasto en I&D de la em­presa combinada en 69%. “A largo plazo, habrá muchos (usos nuevos para Botox) que no se concretarán”, anotó Pyott.

Laurie Little, portavoz de Va­leant, dijo que la empresa cree en “extensiones de líneas y programas de gestión de ciclos de vida de un compuesto probado” y que estaban muy interesados en “buscar nuevos usos para Botox”. La compañía espe­ra dar más detalles sobre sus planes de I&D para Allergan en su presen­tación para inversionistas en unos días, dijo Little.

Invertir en I&D para expandir un producto que ya está en el mer­cado como Botox es menos arries­gado que invertir en una medicina totalmente nueva. Primero, Botox ya tiene años de datos que mues­tran que es relativamente seguro, además de un amplio reconoci­miento de marca entre doctores y pacientes.

Cabe aclarar que así Allergan consiga aprobación para usos nue­vos de Botox, algunos doctores aún son escépticos. Jeffrey Jackson, profesor del Colegio de Medicina de Wisconsin, dice que estudios clí­nicos mostraron que Botox produjo solo una ventaja marginal sobre el placebo para prevenir la migraña. “Es extremadamente costoso y ne­cesita que (se inyecte) varias veces cada ciertos meses”, dijo Jackson. “¿Es este el mejor lugar para gastar nuestro dinero de salud? Bueno, ob­viamente no”, agregó.

Botox está hecho de la toxina botulínica, una especia de veneno para los nervios creada por una bacteria. Si se consume incluso en dosis moderadas, las toxinas pue­den causar botulismo, una enfer­medad paralizante que a veces es fatal.

Sin embargo, en dosis muy pequeñas y específicas, la medici­na paraliza músculos (temporal­mente) que doctores y pacientes quieren desactivar.

Allergan ya se ha metido en pro­blemas por intentar comercializar Botox para usos no aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).