29/04/2024
12:36 PM

Competitividad no mejoró con devaluación de la moneda

Después de año y medio con un tipo de cambio flexible, uno de los principales objetivos de la medida todavía no se ha alcanzado, dicen los exportadores.

A un poco más de año y medio de la reactivación de la banda cambiria, el sector exportador tiene poco que mostrar en concepto de beneficios.

Cuando la medida entró en vigor, a finales de julio de 2011, uno de los argumentos que se presentó era que se buscaba incrementar la competitividad de las exportaciones, así como proteger la posición externa del país fortaleciendo las reservas internacionales.

“Esas justificaciones no se cumplieron”, argumenta el economista Raúl Reina. “Los defensores de la devaluación no repararon en la conformación y apertura de la economía hondureña, lo que hace que esta medida tenga un efecto negativo en el país, especialmente un incremento en la inflación”, añadió.

Al consultar a diversos sectores exportadores -quienes serían los beneficiados-, el concenso es que en el mejor de los casos los efectos positivos son mínimos.

“En cierto sentido, al sector exportador la devaluación le conviene, pero no se ve el impacto tan fuerte de una devaluación y no se ha observado un beneficio significativo”, comentó Medardo Galindo, gerente de la Federación de Agroexportadores de Honduras (FPX).

Galindo dice además que el ritmo de devaluación es relativamente lento como para producir un efecto significativo, pero reconoce que tampoco sería deseable un incremento en el ritmo devaluatorio debido a las consecuencias negativas que produce para la economía, principalmente inflación. “Se debe mantener una devaluación controlada”, concluye.

Otros sectores exportadores señalan que la mejora en la competitividad se da por otros factores más que por la devaluación. “La devaluación ha coincidido con precios deprimidos en el mercado mundial, entonces, cualquier efecto positivo se cancela”, observó Carlos Melara, director ejecutivo de Asociación de Productores de Azúcar de Honduras (APAH). “Quizá la medida ayuda a amortiguar un poco la caída de los precios en el mercado mundial, pero habría que ver cómo le ha ido a los sectores que han mantenido los precios”, añade.

La situación se presenta ligeramente diferente en el sector café, el producto hondureño que sostiene las exportaciones del país.

“Hasta cierto punto (la devaluación) ayuda un poco para ser competitivos, pero es mínimo realmente”, indica Omar Acosta, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh).

Acosta añade que, de manera similar a lo que sucede con el azúcar, la fluctuación de precios en el mercado internacional ha limitado los posibles beneficios a la competitividad que prometía el proceso devaluatorio.

En concreto, explica el directivo, un lempira más débil ha mejorado el poder adquisitivo de los compradores del exterior. “El incremento en las compras es un componente bien pequeño, quizá de un 3%”, dice Acosta.

LA PRENSA intentó contactar a las autoridades del Banco Central de Honduras (BCH) para conocer su visión del tema, pero sus funcionarios no estuvieron disponibles.

Sin embargo, las cifras que publica el mismo BCH sugieren una ligera reducción en el déficit de la balanza comercial.

Comparando las cifras del 2011 con las del 2012, se observa una reducción de 29.9 millones en el saldo de ese indicador económico, equivalentes al 0.6%.

En el caso de las reservas, la reducción ha sido de 368.6 millones de dólares entre diciembre de 2011 y febrero de 2013, es decir, ahora hay 13% menos ahorros en este apartado.

Además, Reina señala que la incertidumbre que generó la aplicación de esta medida provocó salida de capitales y una tendencia entre los ahorrantes a convertir sus depósitos en moneda local a depósitos en dólares o euros. En cuanto a producir efectos tangibles en la competitividad, los resultados de la devaluación solo se podrán ver en el largo plazo.