25/04/2024
12:10 AM

'Me parece que estoy viviendo un sueño”

El cafetalero comenzará a vender el grano molido y embolsado en el mercado nacional.

Danlí, El Paraíso

Para llegar de Danlí a la aldea Las Delicias, donde está la finca y la humilde casa de don Óscar Ramírez (de 46 años), productor del mejor y el más caro café de la región, se deben recorrer más de dos horas y media por una rústica calle de tierra de grandes pendientes, donde solo puede transitar un carro a la vez, por la estrechez del camino.

La vivienda está asentada en lo más alto de la montaña y los cultivos de café en las laderas, a una altura de 1,400 metros sobre el nivel del mar. Un agradable clima de menos de 17 grados centígrados y una vista del verde panorama le dan un aire místico al lugar.

21
productores participaron en la subasta electrónica en junio, en la que ofertaron 100 empresas internacionales.

Don Óscar, sentado en una vieja silla de madera y tomando una taza de café, esperaba al equipo de LA PRENSA que viajó para conocer el sitio adonde se cultiva uno de los mejores aromáticos que existen, y que por su excelente calidad consiguió un valor histórico de venta de 124.50 dólares por libra el pasado 22 de junio, en la subasta electrónica donde participaron otros 24 productores.

Su grano de características especiales: aromas y sabores a manzana verde, jazmín, miel, limón y melocotón, entre otros, se comercializará en los exigentes mercados de Japón y Corea del Sur.

Todos tienen una participación importante en la actividad de producción del grano de excelencia.

Una vida de sacrificios

El cafetalero, quien lleva más de 30 años dedicándose a cultivar el “grano de oro”, no pudo contener el llanto al recordar los sacrificios que ha tenido que vivir para poder llegar a la cima. Con voz entrecortada dijo que su inicio en la caficultura fue como cortador en una “finca ajena”, caminaba hasta tres horas seguidas para llegar a su trabajo.

“Muchas veces solo hacía un tiempo de comida o comía tortillitas con malanga, ya que para ir hasta donde la preparaban tenía que caminar otras tres horas”, apuntó.

91.81
fue la nota que el café de don Ósca alcanzó en la Taza de Excelencia del Ihcafé, debido a características especiales.

En la entrevista, por momentos parecía perderse en un viaje a los recuerdos, su mirada ausente lo delataba, por algún tiempo tuvo que dormir sobre un petate en una improvisada choza, y muchas veces durante el invierno, empapado de agua y con frío.

“No fue fácil. Hubo veces que casi renuncié. Pero la necesidad de salir adelante me animó a comprar un cuarto de manzana de finca y comencé a sembrar con la esperanza de que un día podría darle una vida mejor a mi familia.

Gracias a Dios, la semilla que sembré hace mucho tiempo hoy está dando frutos. Nunca he dejado de trabajar”, afirmó. Dijo que a veces no puede dormir pesando que todo es un sueño. “Me parece que estoy viviendo un sueño, que no es real”.

Más de un millón de empleos ofrece la actividad cafetalera nacional durante la época de corte.

La familia del cafetalero ha sido parte fundamental de su logro en la Taza de Excelencia y en la subasta electrónica.

Viajará en Japón

Su buen ánimo retornó al contar que viajará por primera vez en un avión, gracias a que su café ganó la Taza de Excelencia, premio que por primera vez obtiene alguien de El Paraíso y que superó el precio de venta de la subasta electrónica que se hace también en otros doce países.

“El comprador nos invitó, a mi hijo y a mí a viajar hasta Japón para conocer el lugar adonde se venderá mi café”, reveló.

Entre risas dijo que la idea de volar, aunque le emociona también lo pone nervioso.

“No soy bueno ni para trepar árboles menos para andar en un avión, pero ya veremos cómo me va”, expresó.

Don Óscar resaltó que no cultivó solo el café ganador, ya que su esposa y sus cuatro hijos, tres varones y una niña, son parte fundamental del trabajo que se hace en la finca.

Sabor
Aromas y sabores a manzana verde, jazmín, miel, limón y melocotón, entre otros. Además de poseer una acidez refinada y cítrica.

“Mi esposa se levanta, junto a mi hija, muy temprano, para hacer la comida de los trabajadores. Mis otros hijos me ayudan en los cafetales. Sobre todo el mayor, quien se llama igual que yo: Óscar Ramírez. Él estuvo encargado de todos los pasos del cultivo: recolección y preparación del grano de excelencia. Tenía mucha fe en nuestro café”, apuntó.

Pese a convertirse en el mejor cafetalero del país y obtener reconocimiento internacional, su vida no ha cambiado, menos su faena diaria.

“Me sigo levantado a las cuatro de la mañana a trabajar, el dinero obtenido me servirá para pagar las deudas y arreglar el carro que ya no funciona, y que necesito para poder transportar el producto”, explicó.

Venderá café en bolsa

Para poder obtener un mayor ingreso que le permita contrarrestar los malos precios del mercado, el cafetalero venderá el resto del grano que cultiva en su finca molido y empacado. Para aquellos que lo quieren probar pueden encargarlo al 9889-4749.