San Pedro Sula, Honduras.
Desde hace más de cuatro años comenzó el proyecto de Voces Vitales Honduras (VVH), como una filial del programa que había formado la política estadounidense Hillary Clinton a inicios de los noventas.
Al respecto ahonda Cecilia Martínez, directora ejecutiva de VVH, en una entrevista telefónica concedida a Diario LA PRENSA.
Desde hace más de cuatro años comenzó el proyecto de Voces Vitales Honduras (VVH), como una filial del programa que había formado la política estadounidense Hillary Clinton a inicios de los noventas.
Al respecto ahonda Cecilia Martínez, directora ejecutiva de VVH, en una entrevista telefónica concedida a Diario LA PRENSA.
¿Cómo surge el proyecto de Voces Vitales?
Hace 25 años invitaron a Hillary Clinton a una convención en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ese evento fue un momento trascendental porque en ella se declaró que los derechos de la mujeres eran equivalentes a los de derechos humanos y viceversa. Básicamente se exhorta en esa convención por más participación para la mujer y que esta sea más empoderada en áreas como la participación política, derechos humanos y desarrollo económico.
Así surge Voces Vitales, como una iniciativa de Estado, pero ahora es una organización independiente y sin fines de lucro.
¿Cómo se extendió el programa a América Latina y en Honduras?
En Latinoamérica se abrieron capítulos en México, toda Centroamérica, Perú y Argentina, y esos capítulos en vez de velar a nivel global, lo que hacen es trabajar por mujeres en esos países. Eso solo está sucediendo en América Latina. Aunque nos regimos por la misión y visión de Voces Vitales en Washington, no somos dependientes económicamente de ellos.
En Honduras el proyecto inició en 2011. Cabe destacar que en Latinoamérica el principal pilar es el económico. Trabajamos con líderes de pequeñas empresas y desde que comenzó el capítulo en Honduras trabajamos con diferentes proyectos.
El programa más fuerte que tenemos es el de crecimiento empresarial.
¿En qué consiste este programa empresarial?
Este es enfocado a mujeres líderes de pequeñas empresas que pasan por un proceso de capacitación, luego por un diplomado de 60 horas. En este diplomado ellas (las aprendices) reciben herramientas prácticas de cómo manejar una empresa, que se hace en conjunto con la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec).
Acá tenemos aprendices, a quienes vamos preparando y nivelando.
Luego ellas pasan por talleres de liderazgo y emprendimiento que dura dos días. Al final de este proceso las mujeres ya no se ven como operarias, sino como empresarias que pueden delegar sus obligaciones.
¿Cuál es la etapa fundamental de este proyecto?
En este programa empresarial la etapa esencial es el proceso de mentoría.
En este, una de las aprendices es asesorada por una mentora durante un período de cuatro meses.
Las mentoras son mujeres profesionales, ejecutivas o empresarias que de manera voluntaria dedican una hora a la semana por cuatro meses a su aprendiz.
Por lo general, la mentora comparte consejos para que el negocio de su aprendiz termine de agarrar forma y finalmente despegue.
¿Cuántas mujeres se han beneficiado a través de estos proyectos?
Estamos en Tegucigalpa y San Pedro Sula, y hemos trabajado también en Comayagua. Hemos tenido 390 beneficiarias y 390 voluntarias, es decir mentoras que reclutamos en las empresas privadas o empresarias reconocidas que han logrado levantar sus propios negocios.
Cada año, el objetivo es que entren mínimo 100 mujeres al programa.
¿Cómo perciben el papel de la mujer hondureña en la actualidad?
El 52% de la población universitaria que se está graduando es mujer. Ahora, la mujer tiene más conocimientos y preparación, viene el desafío que tenga los mismos derechos del hombre. En el caso de la banca, lo mismo, porque por mucho tiempo ha habido dificultados para que las mujeres tengan acceso a los préstamos. Lo que necesitan es oportunidades de financiamiento que apliquen a sus condiciones.
¿Está creciendo la participación de la mujer en el mercado laboral?
A nivel ejecutivo sí hay una tendencia de más mujeres, ya en niveles de alta gerencia ahí es donde los números bajan, porque la mujer se mira en el desafío de invertir en su vida personal o profesional.
Todavía persiste el temor de no asumir ciertos riesgos, porque cuando vemos la presidencia de empresas la tendencia es a la baja.
¿Qué mensaje envía a la mujer hondureña?
Que inviertan en sí mismas. Invirtamos en nuestra educación, en nuestra salud, en nuestro liderazgo. Así, tendremos las herramientas para sobresalir en nuestros hogares, trabajos y comunidades. VVH está determinado en hacer todo lo posible para que las hondureñas se conviertan en líderes para transformar nuestro país. Creemos firmemente que invertir en la mujer, es transformar Honduras.
