San Pedro Sula, Honduras.
La propuesta de reducir las tasas de interés a las tarjetas de crédito que socializa el Gobierno podría provocar que los emisores sean más cuidadosos con la selección de sus clientes, sostienen economistas.
El lunes pasado, el presidente Juan Orlando Hernández se reunió con el Consejo Hondureño del Sector Social de la Economía (Cohdesse) y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) para afinar detalles antes de presentar propuestas de reformas a la Ley de Tarjetas de Crédito. El Congreso Nacional conoció ayer esta iniciativa.
El Despacho de Comunicaciones y Estrategia Presidencial del Gobierno compartió en sus redes sociales que la Ley contra la usura del cobro de tarjetas de crédito ampliará la circulación comercial.
Sobre ello, Luis Alberto Guifarro, jefe del departamento de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), sostiene que esto responde a un principio de la oferta y la demanda.
“Si mediante esos anteproyectos se dispone una tasa máxima límite para los emisores, eso obligaría a ser cuidadosos en la selección de sus tarjetahabientes”, agrega el economista que además trabajó en la emisión de la ley actual que data del año 2007.
La propuesta de reducir las tasas de interés a las tarjetas de crédito que socializa el Gobierno podría provocar que los emisores sean más cuidadosos con la selección de sus clientes, sostienen economistas.
El lunes pasado, el presidente Juan Orlando Hernández se reunió con el Consejo Hondureño del Sector Social de la Economía (Cohdesse) y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) para afinar detalles antes de presentar propuestas de reformas a la Ley de Tarjetas de Crédito. El Congreso Nacional conoció ayer esta iniciativa.
El Despacho de Comunicaciones y Estrategia Presidencial del Gobierno compartió en sus redes sociales que la Ley contra la usura del cobro de tarjetas de crédito ampliará la circulación comercial.
Sobre ello, Luis Alberto Guifarro, jefe del departamento de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), sostiene que esto responde a un principio de la oferta y la demanda.
“Si mediante esos anteproyectos se dispone una tasa máxima límite para los emisores, eso obligaría a ser cuidadosos en la selección de sus tarjetahabientes”, agrega el economista que además trabajó en la emisión de la ley actual que data del año 2007.
Claudio Salgado, economista y docente, recuerda que solo en casos excepcionales el Banco Central de Honduras (BCH) puede establecer las tasas de interés. Además, advierte que a propósito de las visitas del Fondo Monetario Internacional (FMI) con la revisión del acuerdo stand-by, la iniciativa no llegará muy lejos.
“Sabemos que el FMI es custodio de los intereses del sistema financiero, para ellos sería un mal precedente”, agrega.
Guillermo Altamirano, analista económico, es del criterio que las tarjetas de crédito son, de alguna manera, una plataforma para dinamizar la activad económica, pero es preciso promover una educación financiera para los tarjetahabientes hondureños.
“Las personas que acceden a estos servicios deben leer cuidadosamente las letras del contrato y saber las consecuencias de usar mal estos medios de pago”, aconseja.
