San Pedro Sula, Honduras
La vulnerabilidad ambiental, aunada a la insuficiente producción de granos básicos, vegetales y legumbres, constituye una seria amenaza para la subsistencia del pueblo hondureño, advierten representantes del Colegio Hondureño de Economistas (CHE) de la zona norte.
Los expertos expresan que es necesario cerrar la brecha entre producción y demanda que hay en el país para garantizar el acceso a la alimentación.
Hugo Valladares, presidente del CHE en la zona norte, dijo que los niveles de producción en el país han bajado.
Ejemplifica que en 1950 el país exportaba alrededor de 150 millones de cajas de banano, “y hoy en día difícilmente llegamos a 25 millones de cajas. Todo el sistema agrícola se ha ido depreciando como repercusión de varios factores, entre ellos los de efecto del cambio climático. Fuimos en un tiempo un país de alto nivel de producción de granos básicos: éramos el granero de Centroamérica, y ahora el volumen de importaciones de alimentos básicos va en incremento”, manifestó Valladares.
Explicó que este problema tiene muchos tintes, ya que cada vez que se incrementa el consumo de alimentos del extranjero se elevan las cifras de inflación.
“Debemos poner todo nuestro esfuerzo en mejorar los niveles de rendimiento y producción agrícola local”, destacó el analista. El representante del CHE, lamentó que pese a la riqueza hídrica con que cuenta el país, el aprovechamiento es mínimo.
Compras. Raúl Reina, vicepresidente del CHE, dijo que solo el año pasado el país importó más de 17.5 millones de kilogramos en hortalizas de vaina seca (aquí se incluyen los frijoles), lo que representó un costo de 15.5 millones de dólares. En maíz, las compras al extranjero ascendieron a 101.9 millones de dólares, por la adquisición de 492.1 millones de kilogramos, y las importaciones de arroz sumaron 142.1 millones de kilogramos.
“No quiero ser alarmista, pero la población sigue en aumento y el nivel de producción cada vez es más bajo”.
Ambos economistas reconocen los esfuerzos que está haciendo el Gobierno para producir más y reducir las cifras de importación; sin embargo, dice que para superar está dificultad es necesario trabajar en los siguientes aspectos: dar asistencia técnica, bajo la figura del extensionista agrícola, modelo exitosos en los sesenta, implementar más sistemas de riego, contar con centros de almacenamiento y distribución, fijar precios de garantía, especialmente en los granos, para incentivar a los productores; facilitar el acceso a créditos, pero hacerlo de forma supervisada para garantizar que el dinero sea utilizado en la producción.
