San Pedro Sula, Honduras.
La pesca a nivel mundial alcanzó su máximo histórico en 1996 con 86 millones de toneladas, pero ha ido decreciendo a un ritmo de 0.38 millones de toneladas por año.
Para 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que se alcanzarán 130 millones de toneladas de mariscos.
Parte de los esfuerzos por hacer de la pesca una actividad sostenible se debe a las vedas con el fin de proteger el período de mayor reproducción natural y la transición de la etapa del ciclo de vida de estas especies, en especial la de las langostas.
“Por el momento, el marisco de mayor aceptación en el mercado internacional es la langosta”, considera Giselle Guillén, directora ejecutiva de la Asociación de Pesqueros del Caribe (Apesca).
Según el Banco Central de Honduras (BCH), las exportaciones de langosta en la temporada 2011-2015 dejaron al país un total de $40.1 millones, siendo el mercado principal Estados Unidos. Dicha actividad genera más de 5,560 empleos directos en un total de 32 embarcaciones buzos, 112 naseros y en plantas empacadoras.
Lo anterior significa un crecimiento interanual de 9.6%.
Esfuerzos
Richard Ned Bonilla, presidente de la Asociación de Pescadores Industriales del Caribe de Honduras (Apicah), refiere que en el caso de la langosta se ha implementado controles como la veda que inicia el primero de marzo y termina el 30 el junio de 2016. “Esto ayuda a evitar accidentes y a que el banco se recupere a tiempo. Los primeros meses es cuando se dan las temporadas de frente frío y eso afecta la producción”, dice Bonilla.
El experto agrega que la misma iniciativa se busca con el camarón, pero los acuicultores no han logrado a un acuerdo. Las exportaciones de camarón cayeron en $55.9 millones durante 2015, sumando $135.8 millones a octubre de 2015 y una baja de 17.6% en la producción.
“Necesitamos por parte del Gobierno que se haga cumplir esas medidas dispuestas a través de los acuerdos regionales. Para que la pesca sea más efectiva, la industria propone los tiempos de veda para preservar los recursos y tener una producción más controlada, a fín de evitar la piratería y los accidentes”, concluye Bonilla.
La pesca a nivel mundial alcanzó su máximo histórico en 1996 con 86 millones de toneladas, pero ha ido decreciendo a un ritmo de 0.38 millones de toneladas por año.
Para 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que se alcanzarán 130 millones de toneladas de mariscos.
Parte de los esfuerzos por hacer de la pesca una actividad sostenible se debe a las vedas con el fin de proteger el período de mayor reproducción natural y la transición de la etapa del ciclo de vida de estas especies, en especial la de las langostas.
“Por el momento, el marisco de mayor aceptación en el mercado internacional es la langosta”, considera Giselle Guillén, directora ejecutiva de la Asociación de Pesqueros del Caribe (Apesca).
Según el Banco Central de Honduras (BCH), las exportaciones de langosta en la temporada 2011-2015 dejaron al país un total de $40.1 millones, siendo el mercado principal Estados Unidos. Dicha actividad genera más de 5,560 empleos directos en un total de 32 embarcaciones buzos, 112 naseros y en plantas empacadoras.
Lo anterior significa un crecimiento interanual de 9.6%.
Esfuerzos
Richard Ned Bonilla, presidente de la Asociación de Pescadores Industriales del Caribe de Honduras (Apicah), refiere que en el caso de la langosta se ha implementado controles como la veda que inicia el primero de marzo y termina el 30 el junio de 2016. “Esto ayuda a evitar accidentes y a que el banco se recupere a tiempo. Los primeros meses es cuando se dan las temporadas de frente frío y eso afecta la producción”, dice Bonilla.
El experto agrega que la misma iniciativa se busca con el camarón, pero los acuicultores no han logrado a un acuerdo. Las exportaciones de camarón cayeron en $55.9 millones durante 2015, sumando $135.8 millones a octubre de 2015 y una baja de 17.6% en la producción.
“Necesitamos por parte del Gobierno que se haga cumplir esas medidas dispuestas a través de los acuerdos regionales. Para que la pesca sea más efectiva, la industria propone los tiempos de veda para preservar los recursos y tener una producción más controlada, a fín de evitar la piratería y los accidentes”, concluye Bonilla.
