Tegucigalpa, Honduras.
La cadena de importación y distribución de los combustibles continúa urgiendo a las autoridades para que se discuta y apruebe la ley que regula la comercialización de los combustibles, de las que un aspecto importante es la creación de un laboratorio independiente que someta a análisis los carburantes que se venden en el país y certifique su calidad.
A este respecto, Desiree Medrano, directora ejecutiva del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol), comentó que “la ley de comercialización de hidrocarburos es algo que la cadena de los combustibles desea que se apruebe; se ha estado discutiendo desde el año pasado y creemos que es urgente”.
En la ley debe quedar establecido todo el marco regulatorio, que se extiende más allá del mero control de precios y debe establecer lo que Medrano llama “reglas claras” para todos los agentes que participan en el mercado, desde la importación hasta la venta al consumidor final.
Esto incluye las especificaciones y parámetros de los diferentes productos, los que no se observan completamente a falta de la legislación pertinente.
Con respecto al laboratorio de combustibles, Medrano declaró que es un proyecto firme que no admite postergación.
Gasolineros
Sobre este mismo tema, Saraí Silva, presidenta de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe), comentó que el ministro de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), Alden Rivera, prometió enviar el proyecto de ley en agosto, pero ya han pasado casi tres meses completos y esto todavía no se ha hecho.
Las dos partes involucradas necesitan resolver ciertas diferencias entre sí relacionadas con los contratos de exclusividad que los gasolineros se ven obligados a firmar para ser abastecidos por los importadores, un requisito que no ven del todo necesario algunos de los distribuidores, para quienes es suficiente tener sus documentos en regla y prefieren escoger ellos mismos a quién le comprarán los carburantes, en lugar de comprometerse a un contrato de exclusividad. La cuestión sigue pendiente.
