25/04/2024
09:48 PM

A Nicaragua le tomará años recuperarse de crisis actual

    San Pedro Sula, Honduras

    Los principales organismos financieros han bajado sus proyectos de crecimiento económico de Nicaragua, vecino país que desde abril enfrenta la peor crisis de su historia reciente.

    Algunos líderes empresariales calculan que recuperarse de los daños del estallido social tomará años, un golpe que ha afectado industrias, empleos e inversiones.

    Dato
    Exigencias del sector. La cúpula empresarial de Nicaragua forma parte de la gran alianza cívica que pidió adelanto de las elecciones en el país.

    El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una contracción del producto interno bruto (PIB) de Nicaragua del 4% en 2018 y del 1% en 2019, tras haber alcanzado crecimientos de hasta el 6.5% en la presente década.

    El Banco Mundial advirtió que la crisis política que vive Nicaragua repercutirá en la economía de Centroamérica y terminará afectando a su crecimiento, según ha informado en su informe semestral.

    Proyección

    “Se espera que América Central y el Caribe continúen creciendo a un buen ritmo, con un crecimiento en América Central que se verá mermado por la crisis política y económica que sacude a Nicaragua”, estableció la entidad.

    4.5%
    y 5% era la proyección inicial del Banco Central de Nicaragua, ahora estima un crecimiento económico del 1% para este año.

    La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) actualizó la estimación del impacto económico y social de la crisis para 2018. Para ello, entrevistó a 21 gremios que cubren más de 30 actividades económicas y a 53 empresas de sectores claves, quienes brindaron información sobre producción, empleo, ventas e inversión hasta julio, así como sus perspectivas para el resto del año.

    En el mismo reporte, siguen analizando dos potenciales escenarios, ambos en los que la crisis continuará para el resto del año y con impactos devastadores.

    Un primer escenario supone que las personas y las empresas se adaptarán a una “nueva realidad”, donde a pesar del contexto de crisis continúan realizando sus actividades económicas a menor intensidad, similar a julio y agosto, y otros sectores se ajustan gradualmente en los siguientes trimestres. En este escenario la actividad económica se contraería 2.1% en 2018, en comparación con 2017, con pérdidas de US$946.2 millones en valor agregado, indicó la Funides.

    Un segundo escenario supone que la violencia durante las protestas en diferentes territorios del país se intensifican por el resto del año, afectando en mayor medida al comercio, los servicios empresariales y la actividad del sistema financiero, especialmente por el continuo retiro de los depósitos en los bancos comerciales.

    “En este segundo escenario la actividad económica para 2018 se contraería en 4.0% en comparación con el 2017, lo que representaría una pérdida de $1,214.2 millones en valor agregado”, refirió la Fundación.

    En Centroamérica

    De acuerdo con la Federación de Cámaras y Asociaciones de Exportadores de Centroamérica y del Caribe (Fecaexca), el 92% de las exportaciones centroamericanas se transportan por vía terrestre, con unos 5,000 contenedores que se desplazan cada mes por las carreteras del istmo.

    Con la crisis que atraviesa el vecino país, ha entorpecido el comercio regional, ocasionando pérdidas en relación al año pasado.

    Solo en agosto, el sector agrícola centroamericano tuvo una baja de 22% en sus exportaciones, mientras que el sector de productos minerales, papel y cartón cayó 16%.

    Laura Bonilla, presidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, quien asegura que la opción de transportar los bienes por vía marítima presenta dificultades por la poca periodicidad de salidas de embarcaciones, “lo que obstaculiza la agilidad de los envíos”.

    Aun así, los empresarios apoyaron el proyecto de activar un transbordador entre el puerto costarricense de Caldera y El Salvador, y abogaron por que el servicio tenga un costo accesible a los exportadores. El economista nicaragüense Néstor Avendaño aseguró que hasta la primera semana de octubre no ha observado que las grandes y medianas empresas radicadas en el país hayan perdido poder de mercado.

    “Es decir, que hayan iniciado un proceso de reducción de precios al consumidor, sacrificando rentabilidad, para mantener semiactivas las operaciones empresariales”, agregó el también director ejecutivo de Copades de Nicaragua.