18/04/2024
06:24 PM

Más del 90% de la carne que consumen los hondureños es de pollo

El sector representa el 12.5% de la canasta básica de la familia promedio y casi la mitad de la dieta nutricional por persona.

    San Pedro Sula, Honduras

    La Capital Industrial será el escenario del XXV Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura a celebrarse del 21 al 23 de agosto, reuniendo a cientos de personas vinculadas con el sector productor.

    El evento será una plataforma de actualización en temáticas de sanidad e inocuidad, manejo y producción, nutrición y genética; además, un espacio para hacer negocios.

    Conforme al último estudio realizado por la Asociación Nacional de Avicultores de Honduras (Anavih), en cuanto al posicionamiento de las carnes en el mercado, la de pollo tiene un 91% de consumo, seguido por la de res con 4%, la carne de cerdo con 3% y la de pescado con 2%.

    Según directivos de esta gremial, los precios accesibles, un producto práctico, versátil, saludable y sin preservantes son las razones por las que la carne de pollo es la de mayor consumo.

    El sector representa el 45% de la dieta de los hondureños y el 12.5% de su canasta básica, por lo que constituye un pilar fundamental en la seguridad alimentaria del país.

    De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la carne y los huevos de aves de corral contribuyen a la nutrición humana al proporcionar proteínas de alta calidad y bajo nivel de grasas, además de ácidos grasos deseables.

    Para Centroamérica, uno de los elementos importantes para el crecimiento de la industria avícola es el tratado de libre comercio entre República Dominicana, CA y EUA (RD-Cafta, por sus siglas en inglés). A partir de la vigencia desde abril de 2006, enfatiza la necesidad de negociar en bloque con los demás países de la región, lo que supone un reto, que es la armonización de la industria avícola.

    Para directivos del sector, Honduras lleva ventaja porque han logrado avances significativos en la tecnificación y certificación y con un sistema de bioseguridad de primer mundo al estar libre de las cuatro enfermedades aviares (tifosis, laringotraqueítis infecciosa, newcastle e influenza aviar) desde 2001.

    “El reto más grande no ha sido declararse libre de estas enfermedades, sino mantenerse en ello”, dice Alberto Bográn, presidente de la Anavih.