Las preocupaciones que levanta la escalada de precios de los combustibles comienzan a ser atendida por las autoridades, las que junto con los actores de la cadena de distribución de combustibles han conformado una mesa técnica para atender el problema.
La mesa por tres partes principales: Gobierno, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico; distribuidores (gasolineros), representados por la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdppe) y los importadores.
Uno de los primeros objetivos de esta iniciativa es la de formular recomendaciones a la población para el ahorro de combustibles y para el uso eficiente de estos, porque, como destaca Juan Carlos Segovia, presidente de la Ahdippe, “no se sabe cuando se detendrá” la espiral de aumentos a los carburantes.
La vocera de los importadores recalcó que los consumidores deben preocuparse más por ver cuánto les rinde un galón de combustible antes que por el precio y aseguró que se han hecho esfuerzos por garantizar tanto la calidad como la calidad de los combustibles que se despachan en las estaciones de servicio.
Ley de combustibles
Durante la conferencia de prensa que anunció la creación de la mesa, se informó que la Ley de Comercialización de Combustibles, que desde hace varios años permanecía pendiente de aprobación en el Congreso, finalmente se haya encaminada a entrar en vigor.
Dicha ley establece los parámetros de calidad de los carburantes, así como las sanciones en caso de incumplimiento. La ausencia de esta ley limita en gran medida lo que las autoridades pueden hacer para regular este sector al carecer del marco legal apropiado.
Descartan congelamiento
Consultado sobre la posibilidad de que el gobierno decrete un nuevo congelamiento en el precio de los combustibles, Arnaldo Castillo, ministro de la SDE, respondió que dicha medida no esta siendo considerada en sus planes, en vista del perjuicio económico que provoca.
En cuanto a la cuestión de los impuestos, Castillo reconoció que es un asunto muy delicado de tratar, pues aunque se ha señalado que una reducción de los impuestos que se cargan a los combustibles podría ayudar a que bajen de precio, por otro lado privaría al gobierno de una importante fuente de ingresos en momentos en los que trata de impulsar el empleo a través de los proyectos de infraestructura como la construcción de la red de carreteras.
