26/04/2024
10:56 AM

'Microfinancieras son una opción en el área rural”

El director de la Red Katalysis ahonda sobre la estrecha relación entre remesas familiares y ahorro.

San Pedro Sula, Honduras.

La Red Katalysis, con apoyo del BID y Fomin, lanzará hoy en las ruinas de Copán la campaña de productos de ahorro para receptores de remesas en las microfinancias. Raúl Sánchez, su director, amplía de la labor que hacen desde el año 2002.

¿En qué consiste la Red Katalysis?

Es una asociación de organizaciones que dan servicios de microcréditos, microahorros seguros a la población de menores recursos económicos, tanto de Honduras, como servicios adicionales en Centroamérica, como de Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Entre los cuatro países tenemos 23 organizaciones que atienden a más de 275,000 personas en el área urbana y rural. La Red se creó en el año 2002 con el propósito de apoyar a estas organizaciones en todo lo que se refiere a la capacitación de su recurso humano, a ofrecer asistencia técnica para fortalecer la institucionalidad de las organizaciones y ejecutar investigaciones que requiera el sector.

¿Qué tipo de investigaciones han hecho?

Durante estos años hemos hecho diversas indagaciones y las hemos enfocado en diferentes ambientes, de acuerdo con lo que requieran nuestras entidades, como el ofrecimiento de servicios financieros en el área rural, una investigación sobre el comportamiento de jóvenes emprendedores para brindarles servicios financieros a ellos e investigaciones sobre el ahorro, las remesas y otras que gracias a la cooperación hemos tenido la oportunidad de involucrarnos.

¿Cuáles son las similitudes de los cuatro países en finanzas rurales?

En el campo de las finanzas rurales tenemos muchas similitudes los cuatro países, pero más Guatemala, Honduras y Nicaragua. El 50% de la economía de estos países está orientada al área rural y damos un mayor énfasis de apoyo a las entidades. En el caso de El Salvador es una economía más pequeña en el sector rural, enfocadas más en el área urbana, por eso no tenemos mucha presencia.

¿Hay dependencia de estos cuatro países en las remesas familiares?

Definitivamente es cierto, en especial estamos hablando de los tres países del lado norte de la región, como Guatemala, El Salvador y Honduras, que son los mayores receptores de remesas, especialmente de Estados Unidos. En menor escala, en España y otros países en Europa. Contrario a Nicaragua es más pequeño y reciben remesas desde Costa Rica, eso les da una connotación diferente.

¿La recepción de remesas ha expandido los servicios en el área rural?

Ha sido muy positivo, en el sentido del área rural, pues la población tiene una tendencia a ser productiva y usar los recursos que reciben para mejorar su producción, su vivienda y dedicar recursos para su bienestar. Por esa razón consideramos que la presencia de las microfinancieras en el área rural y la apertura de nuevas ventanillas, en especial los agentes corresponsales que ahora nos estamos dedicando a abrir, van enfocados a ese sector, puesto que la población tiene el deseo de que les den facilidades para utilizar su dinero en actividades productivas. Entendemos que hay consumo, pero el consumo en estos sectores es necesario para mejorar su calidad de vida.

¿Cuál es el perfil de los receptores de remesas?

Son personas, entre los 25 y los 50 años de edad, que son los principales receptores de remesas. Las mujeres reciben más remesas, generalmente siguen los padres o los hijos de personas que mandan de Estados Unidos.

¿Cómo han visto la evolución de la inclusión financiera desde que Katalysis empezó a operar?

En los primeros años de existencia, las organizaciones de la Red estaban enfocadas al área urbana, pues se necesitaba más atención por la gran cantidad de población que requería de estos servicios. Una vez cubierto, este sector vimos la necesidad de irnos al área rural y cada día la participación de los clientes de este sector ha ido aumentando. En promedio, el 45% de los clientes atendidos por las microfinancieras están en el área rural, al ofrecer productos que se ajustan a la realidad y la capacidad de pago del receptor.