Múnich, Alemania.
Pep Guardiola protagonizó un curioso incidente con el cuarto árbitro del partido que disputó el Bayern Múnich contra el Borussia Dortmund en las semifinales de la Copa de Alemania, y de la que quedó eliminado el club bávaro.
Corría el minuto 117 de la prórroga, con 1-1 en el macador, cuando el guardameta australiano Mitchell Langerak derribó al polaco Robert Lewandowski en el área visitante al disputar ambos un balón áereo.
Lewandowski quedó extendido sobre el césped y requirió atención médica antes de poder seguir jugando. El árbitro principal no pitó penal, lo que provocó el enfado monumental de Guardiola.
Presa de los nervios, el técnico dio riendo suelta a su furia en la banda, con cara de pocos amigos y dando una especie de puñetazos al aire, dirigidos claramente al cuarto árbitro del encuentro.
Guardiola abrazó luego al auxiliar y podría ser sancionado porque no está permitido tocar a los integrantes del cuerpo arbitral.
A la postre, el Borussia Dortmund se metió en la final después de llevarse la ‘ruleta rusa’ de los penales por 0-2.
