San Pedro Sula, Honduras.
Honduras no durmió la noche del martes. La fiesta por la clasificación de la Bicolor al Mundial de Brasil 2014 se extendió hasta el amanecer.
Luego de que la Bicolor consiguiera el boleto mundialista, miles de aficionados se fueron al aeropuerto Ramón Villeda Morales para recibir a sus héroes.
Durante las horas que esperó a la Selección, la multitud se encargó de convertir en una fiesta sin descanso la terminal aérea. Fue hermoso ver cómo el fútbol une a un pueblo como hermanos.
Los aficionados bailaron música punta, ondearon banderas, gritaron insaciablemente “¡Honduras, Honduras!” y hasta cantaron el Himno Nacional a todo pulmón.
La Bicolor arribó finalmente al país a las 2:18 de la madrugada y salió de la terminal aérea rumbo al hotel en autobús unos 30 minutos después.
Los jugadores abrieron las ventanas del vehículo para compartir la alegría con los aficionados, quienes enloquecieron de felicidad y los acompañaron durante el trayecto en una impresionante caravana, en la que predominaron los colores azul y blanco.
A las 3:31, los jugadores hondureños llegaron al hotel donde se quedaron hospedados y ya había otra multitud esperándolos afuera para felicitarlos por la clasificación al Mundial. Uno por uno, los seleccionados y los miembros del cuerpo técnico pasaron, para ingresar al hotel, por un pasillo humano de emocionados aficionados.
Mientras entraban a su lugar de hospedaje, los integrantes de la Bicolor adquirieron el extra de Diario LA PRENSA, publicado solo minutos después de que se logró la clasificación al Mundial. Aún después de que todos los jugadores ingresaron, varios aficionados se quedaron afuera esperando tener la oportunidad de obtener un autógrafo o de fotografiarse con los miembros de la Bicolor sin importarles cuánto tuvieran que esperar.
Algunos futbolistas como Osman Chávez o Carlo Costly salieron rápidamente del hospedaje y pasaron saludando a los fanáticos, pero el premio para los aficionados más decididos a esperar comenzó a las 4:45 am, cuando se marchó del hotel Arnold Peralta, quien firmó varios autógrafos y compartió algunas bromas con la afición.
Johnny Leverón salió minutos después y también puso su firma en varias camisetas. Emilio Izaguirre se fue del hotel a las 5:10 am y se detuvo un momento para dar autógrafos e incluso para responder algunas preguntas de los aficionados.
La noche fue una fiesta que duró hasta el amanecer y no es para menos: Honduras una vez más está en el Mundial.
