Cantaron con orgullo y patriotismo el Himno Nacional. Gritaron con sentimiento “Honduras, Honduras, Honduras” y convirtieron el estadio Olímpico en una fiesta.
Qué lindos se ven el azul y el blanco, qué apasionante y emocionante es el fútbol. El público, con fervor, no se guardó nada y se entregó a la Bicolor con sus gritos de apoyo de principio a fin en el partido contra Cuba por la eliminatoria rumbo a Brasil 2014.
Vinieron de todas partes, de todos los rincones del país, con un solo objetivo: animar a la Selección y regresar a sus hogares con un triunfo.
Las ansias, emociones y esperanzas de continuar buscando el boleto del Mundial Brasil 2014 se hicieron presentes en el partido de vuelta Honduras-Cuba.
A las 3:00 se abrieron los portones y el ambiente no era tan bueno, transcurrió el tiempo y el ánimo fue subiendo hasta que una gran cantidad de hondureños llegaron para armar una fiesta que por ratos estuvo a punto de convertirse en tragedia porque Cuba amenazó en serio.
Esta vez el Olímpico se quedó grande porque no se llenó, algunos catrachos asistieron con sus familias. Mujeres hermosas se hicieron presentes y vistieron sus mejores galas como muestra de amor. Ya cuando caía la noche se miraba más ambiente. El ritmo de los tambores y la famosa punta hondureña se sintieron en las graderías para corear con fervor las jugadas de la Bicolor.
Los seleccionados se reivindicaron con el gane sobre su similar de Cuba, ya que en su único encuentro en el país habían perdido 2-0 frente a Panamá (el 8 de junio). Al final, más de la mitad del Olímpico estaba lleno; esto fue bueno en relación con lo que se estaba viviendo en las horas previas, pues costó que el rival por fin despertara el interés de la hinchada catracha.
El próximo juego de local será el 16 de octubre contra Canadá.
