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La historia de amor entre Cristiano Ronaldo y Marruecos

  • 19 junio 2018 /

El delantero portugués tiene miles de seguidores en marroquiés; abrirá su quinto hotel en la ciudad turística de Marrakech

Marrakech, Marruecos

En Marruecos, Cristiano Ronaldo no tiene todavía una estatua en su honor como en Funchal, su ciudad natal en Madeira, pero pronto habrá un hotel con su nombre. El astro luso es especialmente popular en el reino norteafricano, que ha visitado además asiduamente y donde ha realizado inversiones.

Asociado en un 50% con la cadena hotelera portuguesa Pestana a través de la marca 'CR7', Cristiano, en su versión de empresario, también mira con buenos ojos hacia Marruecos.

El pasado enero Cristiano Ronaldo anunció la apertura de su quinto hotel CR7, en Marrakech, después de los ya inaugurados en Funchal y Lisboa, y de los que seguirán en Madrid y Nueva York. El hotel abrirá 'a finales de 2019 o principios de 2020' y tendrá 160 habitaciones.

'Tiene realmente un lazo personal con esta ciudad. Durante mi primer encuentro con el grupo Pestana para hablar del proyecto, me dijeron que era increíble, que hacía seis meses que Cristiano no paraba de decir que quería abrir uno en Marrakech', dijo Nabil Slitin, presidente de Downtown Hotel Corporation, promotor del proyecto global.

Marrakech es una de las ciudades más importantes de Marruecos. Tiene grandes atractivos turísticos y su población es de 1.5 millones de habitantes.

En Marruecos es ídolo Cristiano Ronaldo.
Pero Nabil no mezcla negocios y pasión deportiva, al menos estos días en el Mundial, donde Portugal y Marruecos miden sus fuerzas: 'En los negocios estoy con Cristiano, pero en el Mundial soy 100% marroquí', expresó.

La historia podría titularse 'Flechazo en Marrakech'. En diciembre de 2014, cuando CR7 estuvo en la ciudad más turística de Marruecos para disputar el Mundial de Clubes, que su equipo ganó.

'Gracias a Emilio Butragueño (director de Relaciones Institucionales del Real Madrid) pudimos entrar en la sala de comer del hotel, donde estaban los jugadores. Pude incluso hablar un poco con él y le dije que iba a ser Balón de Oro. Él me dijo que es lo que esperaba', contó Nabil.

A Cristiano le gustó Marrakech. Le conquistó 'su excepcional calidad de vida, que no conocía, además tan cerca de su casa', cuenta un testigo cercano de sus visitas a esta ciudad, a la que fue volviendo meses después para visitar a un amigo marroquí, aunque nacido en Holanda, Badr Hari, figura del 'kick-boxing'.

En un vídeo publicado en octubre de 2015, en el que se ve a una multitud enfervorizada esperando la salida de Cristiano de un restaurante, Badr Hari hace casi de guardaespaldas: 'No me avergoncéis, le he dicho que Marruecos es un lindo país y que tiene muchos admiradores aquí, así que cuando aparezca, aplaudidle. Pero escuchad, si alguien se comporta mal o le molesta, le aplastaré'.

La prensa española se hizo eco en varias ocasiones de las repetidas visitas de Cristiano a Marruecos durante sus días libres, desplazándose desde la base aérea de Torrejón de Ardoz, en la periferia de Madrid, hasta Marrakech en un 'jet' privado, disparando todo tipo de rumores.

No sólo él quedó enamorado de Marruecos, también su madre Dolores, como dan testimonio las imágenes de ella comiendo un cuscús o visitando la plaza Jemma El Fna, donde las camisetas de su hijo suelen ser muy visibles, tanto entre los jóvenes locales como en los bazares de los alrededores.

Por ello el duelo entre portugueses y marroquíes este miércoles en el Grupo B del Mundial adquiere para él, héroe con un triplete ante España (3-3) en la primera jornada, un significado especial. El encuentro se disputa a las 6:00 am hora de Honduras.