02/05/2024
06:07 PM

Rubilio Castillo: 'Ya dejé mi propia marca en Motagua”

El autor del gol del título frente a Real Sociedad confiesa que está agradecido con la institución azul y la afición a los que lo aplaudieron y a quienes le silbaron: “No le guardo rencor a nadie”, dice el atacante.

Tegucigalpa, Honduras.

Román Rubilio Castillo ha tenido que reinventarse personal y profesionalmente en los últimos años. Tras haber fichado con el Motagua en diciembre de 2013, el delantero pudo recibir finalmente el premio a su esfuerzo, pasando de los silbidos en el Clausura, en el que anotó cinco goles, a ser campeón del Apertura y marcar 12 dianas.

El sábado lo vimos ponerse nuevamente el overol de héroe cuando al minuto 44 recibió un centro de Juan Pablo Montes y de cabeza clavó la pelota en el fondo de la red. Certero y definitivo. Fue un gol de título.

A sus 23 años, el exintegrante del Vida disfruta de la gloria que regala la primera copa en Liga Nacional, pero se lo toma con más calma. Es apenas un paso de los muchos que desea dar dentro de su ascendente carrera. Eso sí, el campeonato es como un bálsamo que ha venido a sanar heridas abiertas desde tiempo atrás.

¿Qué se siente ser campeón?

Es algo inexplicable. No sabría responder esa pregunta porque es mi primera copa y la estoy disfrutando al máximo.

Explíquenos, ¿por qué sus lágrimas después del partido?

Primeramente agradecido con Dios, dedicado a mi madre, mi hijo y mi hermano, que fue asesinado de una manera muy desagradable (hace 10 años). He tratado de luchar y sobrevivir a eso; fue algo muy duro para mí. Si anotaba, se lo dedicaba a Dios, mi madre, mi hijo y él.

¿Eso fue lo primero que se cruzó por su mente después de su gol?

Sí, claro. Mi madre, mi hijo y mi hermano. Mi madre estaba ilusionada por verme en una gran final, mi hijo es mi inspiración y mi hermano, que desde lo alto estaba viéndome.

Ya fue campeón. ¿Cuál es la próxima meta de Rubilio?

La Selección Nacional. Creo que mi meta es el llamado de mi seleccionador y, si no, voy a seguir trabajando mejor, sabiendo que viene una nueva era con Jorge Luis Pinto y tenemos la ilusión y la convicción de que podemos estar allí.

¿Cree que lo que ha hecho lo acredita para ser convocado?

Yo hablo con mi trabajo para ser tomado en cuenta. No me gusta ser de esos jugadores que meten presión para que los tomen en cuenta en la Selección; yo hablo con mi trabajo. Esperamos en Dios para que pueda ser seleccionado y, si no, trabajar de la misma manera y estar tranquilo.

A lo largo del torneo, el equipo vino de menos a más. De manera personal ¿qué lo motivó para terminar siendo referente en Motagua?

Le di mi granito de arena al club. Referentes somos todos, los 11 y los tres cambios que ingresan. No me llevo todo el crédito, sino que lo llevamos todos los que estábamos allí. Empezamos un poquito flojos, pero al final pudimos valorizar todo lo que podíamos rescatar y es lo que importa. No jugamos solos en el torneo, sino que Dios actuó sobre nosotros.

Desde aquel 5-0 sobre Real España, el equipo fue solo en ritmo ascendente. ¿Fue importante ese momento?

No solo el partido contra Real España, sino a todos los equipos que les ganamos. Fue importante mantener la confianza, la regularidad. Sabíamos que podíamos hacer mejor las cosas y después llenar de alegría a toda la afición azul.

¿Hay Rubilio para rato en Motagua o hay posibilidades de salir al extranjero?

(Se ríe). No sabría responder a esa pregunta. La directiva lo sabrá. Mi primera opción es Motagua y si llego a salir, sería decisión de ellos. Hasta el momento me siento contento donde estoy. Si salgo de Motagua, es para algo mejor. Estoy agradecido porque me brindaron el apoyo en una institución grande y al final estoy muy contento de regresarles algo de lo que invirtieron en mí.

¿La Concachampions es otro incentivo para la carrera de Rubilio?

Claro. La Concachampions es algo lindo. Todo el mundo te ve. Vamos a tratar de hacer las cosas lo mejor posible. Ahorita a disfrutar y buscar seguir así el próximo torneo.

En las calles es el héroe de la afición motagüense.

(Se ríe). Es lindo que la gente te reconozca y te salude. (Se calla un poco y sigue). La promesa que hice de pintarme el pelo la voy a cumplir. Espero que no me quede mal el pelo amarillo. Ojalá tenga el visto bueno de la afición porque es el color del uniforme.

¿Se va convirtiendo en ídolo dentro del equipo?

Ya dejé mi propia marca en Motagua. Espero en Dios que Rubilio pueda dar más y hacer historia.

Demostró que es goleador en todos lados y que al final no le quedó grande la camiseta.

Supe que no tenía que pensar solamente en mí, sino en todo el equipo. Allí están los resultados. Dios te bendice.De tanto esfuerzo, la recompensa es esa.

¿Qué significa Motagua en su corazoncito?

Mucho. No podría decir qué significa. Lo describo en la cancha con lo que hice en la final con mis compañeros y se dará cuenta.

Un mensaje de Navidad para la afición motagüense...

Que pasen una feliz Navidad y feliz Año Nuevo. Muy agradecido con todos los que me dieron respaldo, quienes me silbaron y los que me aplaudieron. Al final no le guardo rencor a nadie. Solamente vine a Motagua a hacer mi trabajo y espero en Dios que no haya más muertes en el país, que puedan disfrutar este título importante para nosotros, nuestras familias y la afición azul.