27/04/2024
10:25 AM

Joachim Löw y su alegría eterna

El adiestrador de los nuevos monarcas del fútbol ha logrado el fruto de muchos años de trabajo.

Río de Janeiro, Brasil.

La deuda fue pagada. Joachim Löw cerró un ciclo de 10 años de trabajo, ocho como primer técnico, con la Copa del Mundo que conquistó en Brasil, y asegura que el sentimiento de alegría que siente será “eterno”.

La Nationalmannschaft de Löw venció por 1-0 a Argentina en Rio de Janiero e hizo historia: “Somos los primeros europeos que vencieron un mundial en América Latina, en Rio, en Brasil, en el país del fútbol, eso nos deja muy orgullosos”.

“No quiero perder mi cabeza con la celebración”, dice entre risas en la rueda de prensa después de ganar el título.

El título -siguió Löw- es el producto de un proyecto que comenzó su predecesor Jürgen Klinsmann, que en este mundial entrenó a Estados Unidos.

“Estamos juntos hace 55 días, pero este es un proceso que empezó hace 10 años. Es el resultado de muchos años de trabajo, que Klinsmann comenzó y nosotros le dimos continuidad. Y a pesar de no haberlo conseguido, trabajamos arduamente para alcanzarlo”, siguió. “Este equipo se lo merece, con Schweinsteiger, Lahm, Podolski, Klose que ha estado junto a nosotros en estos 10 años. Siempre jugamos un buen fútbol, pero solamente el vencedor perdura y quien merecía era esta selección”, añadió.

Las condiciones climáticas de Brasil exigían que Alemania tuviera listos para jugar no a 11, sino a “14 mínimo y con condiciones físicas buenas”, dijo el entrenador.

“Con estas temperaturas no siempre está claro si se va a jugar 90 o 120 minutos en buenas condiciones. Observamos eso contra Argentina, que estaba cada vez más cansada y teníamos a Müller y Schürrle creando problemas. Y Götze fue milagros. No queríamos ir a los penales. Argentina nos quiso contraatacar, como había hecho en juegos anteriores”, señaló.

“Cuando le ganamos a Brasil por 7-1 había decepción, pero cuando nos fuimos del estadio al aeropuerto había miles de brasileños aplaudiéndonos.

La victoria de los alemanes produjo una gran celebración en su país, pero también en Porto Seguro, un pueblo de pescadores, adonde el equipo construyó un centro de entrenamiento que quedará como legado del Mundial. “Tenemos que agradecer al anfitrión por organizar esta Copa tan maravillosa”, destacó.

Löw se va con la Copa y viendo atrás recuerda su despido en malos términos del Austria Viena en 2004. “No fue una injusticia, fue un golpe de suerte. De lo contrario no me hubieran despedido y no estaría aquí”.