Marvin Solano, entrenador tico de la Real Sociedad que venció a la muerte

A Marvin Solano, técnico del Real Sociedad, la vida le dio una segunda oportunidad hace cinco años, cuando un infarto en el miocardio lo sorprendió, y estuvo a punto de acabar con él.

Pero esa experiencia no solo lo hizo más fuerte, sino que le dio paso al libro: “Ganar con el corazón”. Ahí, el costarricense relata cómo sobrevivir a un infarto y cuenta los mejores pasajes de su trayectoria, entre ellos, cómo hizo campeón al Herediano en 2013.

“Era un bus de lujo y yo supe cómo conducirlo”, es la frase que popularizó entonces. Ahora, en Honduras, Solano, hombre de retos, buscará acabar con un maleficio, al que él prefiere llamar “beneficio”, que no le permite a los tocoeños ser campeón después de cuatro intentos.

¿Marvin Solano fue jugador?

Sí, pero nunca fui un jugador de selección nacional. Tuve una carrera bastante corta a finales de los 70 e inicios de los 80, y con equipos no tradicionales como la Asociación Ramonense y la Universidad de Costa Rica. A nivel profesional jugué siete años porque a los 25 comencé a ser entrenador.

¿Por qué fue tan corta esa etapa?

Había una pasión en mí por la dirección técnica. Desde muy joven se me presentó una oportunidad de ir a Panamá a trabajar y empezar mi carrera como técnico en el desaparecido La Victoria. Cuando llegué la gente pensaba que era jugador y no entrenador.

¿Qué posición jugaba?

Era portero. El Ramonense es el equipo de Gabelo Conejo, actual entrenador de porteros de la Selección de Costa Rica, éramos compañeros, después fue jugador mío, al final de su carrera.

¿Qué tipo de portero era Marvin Solano?

Era muy intenso, pero demostraba mucha frialdad. No era un portero de condiciones innatas, me fui formando con mucho trabajo. Me gustaba hacer show, tomar la pelota con una mano, pararla con el pecho, pero dirigía a mi equipo. Era un entrenador dentro del campo.

¿Gabelo Conejo o Keylor Navas, con quién se queda?

Los dos son grandes porteros. Gabelo marcó una época, era un portero muy completo, sin embargo, Keylor ha trascendido a alturas insospechadas. Gabelo abrió el camino y Keylor lo consolidó. Son como las puntas del iceberg.

Claro. El último equipo en el que trabajé en Costa Rica era del pueblo donde nació Keylor y el entrenador de porteros fue quien lo entrenó desde niño.

Conocí al tutor de Keylor, el que lo jalaba en una moto para que pudiera entrenar. Keylor fue rechazado al principio en la selección infantil que participó, lo escogieron y no lo llevaron, y en el Mundial Sub-20 en el que participó era el tercer arquero. No ha sido fácil. Él siempre ha luchado para ser grande.

¿Cuáles fueron las claves para que hiciera campeón al Herediano?

Yo siempre creí que estaba preparado para dirigir a equipos grandes, sin embargo, cuando llegué al Herediano me di cuenta que no lo estaba. Era un equipo con jugadores de mucha trayectoria, con una planilla de primer nivel, tres jugadores por puesto y todos de selección nacional, aunque estaba en el décimo lugar del torneo.

Las claves fueron un buen manejo de camerino, de equipo. Tenía localizados a los líderes, los convencí de la propuesta de trabajo y los convertí en referentes. Hubo mucho trabajo en el aspecto mental. Herediano era un bus de lujo y yo supe cómo conducirlo.

¿Le dijeron algo Hernán Medford o Javier Delgado de dónde se estaba metiendo?

La verdad es que no, porque esto fue tan rápido. Yo tenía la posibilidad de irme al fútbol panameño, estaba orientado hacia allá, pero luego vino esta invitación. Sí, hablé con el Mambo Núñez y con Medford mediante un amigo. Le dijo: “dígale al profe que ahí es duro, que hay que trabajar muy bien, él sabe cómo es la cosa”.

También con el Mambo me dijo que la ciudad a la que venía era intensa, pero que era un equipo bravo, me orientó un poco.

¿Ha escuchado algo sobre que en Tocoa aprietan a los árbitros?

No. Yo siento que la afición apoya mucho al equipo, pero no creo. No conozco mucho el tema en realidad. Ya lo viviré.

Real Sociedad ha respetado su filosofía de cero extranjeros, ¿usted está cómodo con eso?

Ya sabía que en esta región se producen buenos futbolistas. Me parece que tiene potencial.
Creo que estos muchachos pueden competir. Este equipo gana en continuidad y tiene algo que no muchos tienen: identidad en su región.

El torneo anterior tenían a la mejor tripleta en ataque. Ahora se le fueron Marco Vega y Jerry Palacios. ¿Cree que están bien suplidas esas ausencias?

Ellos son grandes jugadores, pero fue el equipo el que les ayudó a crecer. Ningún jugador individualmente puede hacer grandes cosas, salvo Messi, Cristiano Ronaldo o algún otro. La fortaleza de este equipo es lo colectivo. Yo tengo el sueño que vamos a lograr una delantera aún más goleadora.

¿Qué le pidió a la directiva de Real Sociedad?

Más que pedir, pregunté qué tenían. A partir de allí, me pareció aceptable. Entiendo que no tenemos lujos, pero sí lo necesario para salir adelante. Me encantaría mejorar la infraestructura del estadio, se están haciendo esfuerzos. Esa es la casa donde entrenamos y jugamos.

Real Sociedad tiene un maleficio, ha llegado a cuatro finales y las cuatro las ha perdido...

No pienso que es un maleficio, sino un beneficio, un potencial enorme. Un equipo no tradicional que ha estado en la élite sobre equipos que tienen más poderío. Ha sido el número 16 en Centroamérica, eso demuestra constancia, que estamos más cerca de lograr ese sueño. Thomas Edinson tardó 100 intentos en inventar el bombillo. Falló 99. Nosotros no vamos a tardar tanto.

Cuenta que usted le ganó la batalla a la muerte...

Yo tuve un infarto hace casi cinco años. Tuve la bendición de que Dios quisiera que estuviera más tiempo acá. Hay un libro que acabó de publicar que se llama “Ganar con el corazón”, en donde habló de eso y sobre el fútbol, cómo 15 días después del infarto volví a dirigir.

Eso me hizo priorizar cosas, aceptar retos. A partir de ahí le tomé otro valor a la vida. Es más, apoyo una campaña en Costa Rica “Héroes y heroínas de corazón”, que trata de hacer conciencia en la gente que piensa que eso nunca les puede pasar, pero es la principal razón de muerte a nivel mundial. Ahora, vivo cada día, ya no me dan miedo tantas cosas.

Vine con ese objetivo y estoy poniendo todo mi conocimiento para eso. Vamos a darlo todo, Dios dirá.