El Victoria continúa este día su régimen de preparación para el primer duelo de final contra los blancos del Olimpia.
El equipo jaibo trabajó la tarde de ayer cuatro horas en el estadio ceibeño y por la noche los jugadores se relajaron firmando autógrafos en el mall.
El técnico Héctor Vargas insistió durante la práctica en la tenencia del balón en espacios reducidos y en los disparos al marco para afinar la puntería.
“Hicimos un trabajo muy bueno que concordó con las circunstancias del compromiso. Pensamos que será un choque de mucho desgaste y ritmo agotador, pero estamos trabajando para soportarlo todo y ver si podemos sacar el resultado que todos queremos”, comentó el estratega jaibo.
Uno de los jugadores que se entregan siempre al cien es el carrilero Wilmer Crisanto, constituido en pieza fundamental del once blanquiazul.“Estamos trabajando al máximo, tratando de asimilar de la mejor manera la enseñanza del técnico y ojalá el domingo podamos ponerlas en práctica haciendo un buen juego”.
A Crisanto no lo seduce la noticia de que hay emisarios de la MLS que lo siguen de cerca con pretensiones de convertirlo en legionario.
“Ya nos reunimos en una cena con mi familia, pero todavía no hay nada concreto. Se interesaron en ciertos aspectos familiares, una especie de examen oral que respondí, pero más nada”.
Sobre su rival de turno en esta final, el fuerte defensa jaibo no escondió nada y les tiró la presión a los leones. “Ellos son los campeones y se ilusionan con ser tricampeones, pero eso está por verse porque tenemos lo propio y también queremos alzar la copa. Será una lucha de igual a igual”.
Crisanto mira al Olimpia con respeto, pero sin temor. “No es un equipo de otro planeta, tiene sus virtudes y defectos. Vamos a tratar de hacer nuestro mejor partido. Ojalá Dios nos acompañe y la afición nos apoye al máximo para ganar la final”.
