Desde que se creó el fútbol han existido y seguirán existiendo los buenos y malos arbitrajes hasta en las mejores ligas del mundo; pero cuando los errores son tan reiterados, los encargados de impartir justicia, quiérase o no, degeneran el fútbol y terminan convirtiéndose en protagonistas, al grado de decidir, ellos, los partidos, y no los jugadores.
Honduras y su Liga Profesional de Fútbol no son la excepción. En el actual torneo se viene dando una serie de errores de los Tocapitos , que mantienen en zozobra a más de un dirigente de los denominados equipos chicos y enfadados a uno que otro de los grandes.
La gota que derramó el vaso tuvo lugar el domingo anterior en Santa Rosa de Copán, adonde el equipo local, Deportes Savio, fue afectado con un arbitraje nefasto, que decidió que el Olimpia saliera del estadio Sergio Reyes con los tres puntos en la bolsa, con un triunfo 2-1, que perfectamente pudo ser una derrota 2-3 a favor de los cafeteros.
El juez auxiliar Omar Leyva le invalidó dos goles legítimos, en complicidad con el árbitro central Raúl Castro, a un equipo con grandes limitaciones que lucha por subsistir en la primera división como es el Savio.
Amílcar Burgos es instructor de la CNA (Comisión Nacional de Arbitraje) y cada vez que surge este tipo de polémicas en torno a su gremio, él y no el presidente de dicha comisión, Jorge Arias, es el que saca la cara por sus colegas.
Burgos trata de ser objetivo y acepta que se ha venido dando una serie de errores en el torneo Apertura. Solo para citar unos ejemplos, mencionó el juego de la primera vuelta disputado en Tegucigalpa entre el Olimpia y Real España, que terminó 1-0 en favor de los primeros y donde la terna arbitral compuesta por Eric Andino, con líneas de Óscar Velásquez y Abdul Zelaya, impidieron siquiera que los españolistas empatasen, tras una expulsión del arquero Marcelo Macías, injustificada por una supuesta mano, la anulación de un golazo a Edder Delgado en una posición adelantada que no era , y por si fuera poco, el gol albo donde sí había outside del uruguayo Ramiro Bruschi, no se señaló.
Burgos y la comisión de arbitraje aceptan que el juego entre Real Sociedad y Choloma, que terminó 2-1 a favor de los locales, se benefició al equipo tocoeño, tras anularséle un buen gol al cuadro que dirige Edwin Pavón de Luis Santamaría.
El protagonista volvió a ser el colegiado Eric Andino, que en dicho juego se hizo auxiliar por Florencio Osorio y Rolando Vega. El mismo conjunto tocoeño fue beneficiado en el juego, siempre de la primera vuelta, donde vencieron 2-1 al Motagua, gracias a un penal “inventado” por el central, Armando Castro. Y así como estos han existido otros errores, de los cuales los árbitros se han percatado, pero demasiado tarde.
Tras ser confrontado Burgos, quien además forma parte de la comisión evaluadora de los árbitros, justificó: “En Honduras no existen árbitros profesionales, con lo poco que se tiene se trabaja”.
Puso de ejemplo que la mayoría de jueces que se dedican a esta profesión lo hacen más por un pasatiempo, ya que todos trabajan y en su tiempo libre se lo dedican al arbitraje. Los árbitros cuentan con preparadores físicos, pero el tiempo de trabajo es corto, lo que no les permite una adecuada preparación.
En fútbol hondureño está regido por 22 árbitros centrales y 30 asistentes, donde apenas cinco de ellos cuentan con el gafete FIF, lo que explica, en parte, por qué Honduras nunca en su historia ha podido llevar un árbitro central a que dirija en un mundial de fútbol.
El que ha estado más cerca de llegar a esas instancias es Benigno Pineda, por cierto, el colegiado con más experiencia en la Liga Nacional. “Benigno estuvo en dos ocasiones a punto de clasificar a dos mundiales, lamentablemente es un árbitro que aquí en el país nunca ha fallado en una prueba física, pero todo es que la haga a nivel internacional y es cuando ha sentido la presión, y más que la parte física lo ha traicionado la parte mental al extremo de pensar que en la séptima vuelta ya no le responden las piernas”.
Burgos justificó a sus colegas más jóvenes al decir que su misma juventud los lleva a tomar decisiones equivocadas, que se les pueden perdonar, no así a un árbitro como Pineda, que cuenta con una experiencia basta en el arbitraje nacional e internacional, por lo que tiene la obligación de sacar los encuentros sin muchas dificultades.
A la pregunta de si es partidario de que vengan árbitros extranjeros a dirigir en Liga Nacional, Amílcar Burgos sostuvo: “Si la solución es cambiar todo el arbitraje, hay que hacerlo”.
Volviendo a los malos arbitrajes, Burgos asegura que los errores que cometen sus pupilos no pasan desapercibidos de la comisión y que según la gravedad de los mismos, estos reciben sus respectivos castigos.
“Nosotros todos los martes recibimos los videos de los partidos y evaluamos el trabajo de todos y cuando vemos que se han cometido errores tomamos las medidas pertinentes, que consisten en suspenderlos, no por partidos como se les castiga a los jugadores, sino por semanas, según las faltas”, explicó.
