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06:13 PM

Victoria, un líder que sufre hambre

  • 18 septiembre 2012 /

A los jugadores les deben dos meses y medio de salario, pero a puro coraje tienen al equipo en el primer lugar.

Un par de empolvados tenis deportivos aparecen presurosos en escena tras un sudoroso y quemante recorrido de 25 cuadras a pie de su dueño, quien recibe como premio un fuerte regaño.

“Qué son estas horas de llegar”, se escucha decir con cantadito argentino. Es el técnico Héctor Vargas, suena a coronel, siempre exigente en la disciplina. El juvenil futbolista baja la cabeza y al recuperar el aliento contesta, “profesor no tenía para el bus, me vine caminando”. El DT se rasca la cabeza, le da una palmadita y lo manda a meterse al ruedo del entrenamiento.

El episodio no es casualidad, es parte de una constante de este Victoria que le debe dos meses y medio de salario a sus jugadores, pero a pesar de ello terminó puntero de la primera vuelta con 18 puntos, uno más que Olimpia, la plantilla mejor pagada de Honduras y parte de toda Centroamérica.

La crisis de la Jaiba brava estalló en boca de una de sus figuras referentes. El olímpico Wilmer Crisanto denunció que el hambre apremia, “Aquí hay jugadores que no comen, llegan desde su casa a pie a entrenar a las siete de la mañana y se nos desmayan. Ellos (directivos) en sus casas están bien, siguen creyendo que nosotros somos animales”.

Las 24 horas del lunes se agotaron, la posibilidad de pago se desvaneció en la oscura noche. Hoy es otro día de esperanza, aunque no es fácil reunir los L2,225,000 de la deuda total para la plantilla. Las quejas anónimas no se hacen esperar, Luis Sandoval, presidente del club, está más atento en asegurar su posición política, no atiende llamados ni mensajitos para hablar del Victoria. Tampoco contestan los teléfonos los propios futbolistas, los cobradores juegan su partido, algunos molestan menos, sabidos de la carencia enconómica del equipo de sus amores.

ANOTACIÓN QUE LLENA

Pelota filtrada al área, domina Mauricio Copete, un movimiento de cuerpo y confunde la salida del portero Júnior Morales del Choloma. El delantero cafetero estrella en el meta y el balón le vuelve a quedar a su merced, es tiempo preciso de empujarlo donde más le gusta verlo dormir, en el fondo de la red.

Los estómagos vacíos son engañados a puro gol, ganes y puntos. “A pesar de todo el fútbol es una motivación y está en las venas”, afirma Copete, uno de los dos líderes de anotaciones del torneo (5).

Victoria es un equipo bárbaro en lo grupal. Cuentan que hace unos días un amigo invitó a Copete a una carne asada y el colombiano se llevó a 10 compañeros para que algunos mataran el hambre. El sudamericano prefiere guardarse para la intimidad esos gestos de grandeza humana, nos lo negó de inmediato. Los prestamitos también han salido de los ahorros bancarios.

En los malos momentos surgen las buenas personas. El 5 de agosto pasado venía en un avión desde Londres Wilmer Crisanto, quien invirtió parte de sus viáticos para repartir varios pares de zapatos deportivos entre sus compañeros de equipo que ya airaban el dedo gordo del pie desde la suela de los tacos.

FRESCURA PRESIDENCIAL

Los días de huelga de la semana anterior poco o nada solventaron el problema. El presidente del equipo reaccionó amenazando al grupo. “A mí los jugadores no me van a sacar carrera, si no se presentan a entrenar les voy a deducir los días que se pararon, y si pierden ante Real Sociedad les pongo una multa del 40%”, declaró en el previo del partido. Uff, qué suerte, empataron 0-0, el punto del liderato absoluto, pero el premio aún no llega a sus bolsillos, ni parte del pago por boleto de los 10,136 aficionados que han visto actuar al Victoria de local.

Hoy el grupo vuelve a las prácticas. Deben poner rostro de payaso, “aunque mi cara ría y demuestre alegría, por dentro está mi vida, cansada de llorar, quien ríe es la pintura que transforma mi rostro”, dice un poema.