Moscú, Rusia
El fastuoso estadio Luzhniki será el próximo miércoles el escenario de un duelo inédito en la historia de las Copas del Mundo, con el regreso de Inglaterra a una semifinal después de 28 años y Croacia luego de 20.
Gareth Southgate ha hecho de Inglaterra un equipo balanceado, sin una megaestrella que eclipse a los demás, pero lo mejor de su tarea fue volver a las fuentes con el estilo que a los 'Leones' le dio dividendos en el pasado: la pelota detenida y el juego aéreo.
Ocho de los 11 goles que los ingleses han marcado en el Mundial Rusia 2018 nacieron en acciones con balón parado, bien desde un córner, un tiro libre o un penal. Por ejemplo, el gol de Dele Alli a Suecia, en el 2-0 por los cuartos de final, fue el quinto de cabeza para los ingleses en la competencia. Ninguna selección ha marcado más de tres goles por esa vía.
El éxito del juego aéreo inglés nace en las estrategias que el estudioso Southgate adoptó de la NBA y el football americano. Conceptos como bloqueos, distracciones y desmarques, fueron minuciosamente adaptados por el técnico y los resultados están a la vista.
'Me fascina observar las estrategias defensivas y ofensivas que tienen los equipos de la NBA y NFL', manifestó Southgate en medio de su obsesión por mejorar la capacidad aérea de los ingleses.
Eso sin contar que la suerte lo bendijo con una generación de futbolistas, como Harry Kane, el actual máximo goleador del Mundial con seis dianas y segundo en la tabla de artilleros de la pasada temporada inglesa con 30 gritos, apenas a dos del 'Faraón' Mohamed Salah.
Además de una defensa de tres, que a veces se transforma en cinco cuando es atacada, el circuito ofensivo lo conforman jugadores de buen pie y velocidad, como Raheem Sterling, Dele Alli y Jesse Lingard.
La poderosa fuerza aérea inglesa comandada por Southgate quiere hacerle daño a Croacia en semifinales y llegar a la segunda final de su historia para Inglaterra.
