A sus 16 años, Francis Gabriela Argueta puede presumir de que es claramente dominadora en sus categorías desde que en 2006 incursionó en el atletismo.
Esta joven sampedrana que forma parte de los deportistas de alto rendimiento de Inmude (Instituto Municipal de Deportes) ha logrado situarse como la mejor atleta de su edad en los 800 metros planos.
Con el poco apoyo de las autoridades gubernamentales, Francis Gabriela todas las tardes llega al Complejo Olímpico a entrenarse para cumplir su gran anhelo: “Ir a unos Juegos Panamericanos y unos Olímpicos”, como bien detalla.
“Es difícil ser atleta. Aquí no hay apoyo. Practico el atletismo porque me gusta salir a representar al país, me gusta correr y tener la sensación de competir”.
¿Por qué el atletismo?
Su inicio en el atletismo fue prometedor. En menos de dos meses ya cosechaba sus primeros frutos. “En 2006, una profesora (Enma Valdés) nos trajo al Olímpico a entrenarnos cuando estaba en la escuela. Ella e Irán Madrazo (su entrenador) me vieron y dijeron que tenía para ser atleta”.
Eso fue en marzo. En mayo de ese año fue invitada a participar a un evento en Cofradía. “Quedé en el segundo lugar, me ganó la misma muchacha que el siguiente mes quedó en el primer lugar de la Maratón de Diario La Prensa”, explicó.
Curiosamente, la Maratón de 2006 ha sido la única en la que ha quedado en el segundo lugar. Del 2007 en adelante se convirtió de forma contundente en la mejor de sus categorías.
Los tres primeros años ganó el primer lugar cuando corría en infantil. En las dos últimas ocasiones ha participado en juvenil y también se ha proclamado campeona.
Pese a todos los logros y a que mantiene las mejores marcas de su edad, este año no participó en los Codicader (Consejo del Istmo Centroamericano de Deportes y Recreación). Las autoridades hondureñas llevaron en atletismo solo a estudiantes de Tegucigalpa a participar en la competencia que se desarrolló en San Salvador, El Salvador.
“No entiendo por qué no me llevaron porque había hechos los mejores tiempos. La muchacha que fue a representar al país, según me cuentan, quedó en el último lugar. Cuando corro en nombre de Honduras, nunca quedo última porque doy hasta mi último esfuerzo para quedar entre las primeras tres y si no gano medalla, al menos busco quedar cuarta”, confiesa.
A Gaby, como le dicen todos sus amigos y compañeros de entrenamiento, la respaldan sus múltiples triunfos en el atletismo. Ha estado en Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Belice.
Hace dos meses estuvo en territorio chapín y compitió contra los mejores del área. Allí conquistó la presea de bronce en los 800 metros planos. “Los gastos de hotel, transporte y alimentación me los da la federación. Si llevo dinero es porque mi papá me lo da”, aclara.
