En plena Copa Oro 2023, la selección de Canadá por intermedio de su Federación afronta graves problemas económicos.
En la Federación de Canadá se encuentran en una situación financiera desesperada y eventualmente podría verse obligada a declararse en bancarrota.
El equipo nacional masculino afronta el certamen de la Concacaf en envuelto en un crisis económica al igual que el plantel femenino, que está programado para competir en la Copa del Mundo el próximo mes en Australia y Nueva Zelanda.
Más allá de eso, es posible que ambas plantillas no puedan jugar durante las ventanas internacionales de septiembre y octubre.
“Estamos en una verdadera lucha. No es inminente, pero debemos explorar qué implica la bancarrota y cómo podría afectar a nuestra organización”, dijo Jason de Vos, secretario general interino de Canadá, en una entrevista con TSN.
Y añadió: “No recibimos suficientes ingresos para los programas que deben ejecutarse, y eso incluye todo, desde la educación de entrenadores de base y el desarrollo de árbitros hasta los equipos nacionales juveniles y nuestros equipos masculino y femenino”.
Las reservas de Canadá cayeron a 2,4 millones de dólares a finales de 2022, pero el fondo tenía 7,1 millones de dólares un año antes, publica TSN.
El mes pasado, el gobierno ordenó una auditoría de la Federación para cubrir los informes financieros de marzo de 2017 a marzo de 2023.
La organización aún no ha firmado un nuevo convenio colectivo con ninguno de los equipos nacionales mayores, y continúa recibiendo críticas por un contrato que firmó en 2018 con una empresa que le pagará una tarifa anual por adelantado a cambio de todos los ingresos de los equipos nacionales, derechos de los medios y patrocinios, informó la citada fuente.
Canadá será anfitriona del Mundial 2026 con Estados Unidos y México, lo que aumentará el valor de los derechos de patrocinio y los medios de comunicación.
La Federación ha tenido que retrasar la reserva de partidos internacionales para sus equipos, ya que primero se debe determinar la viabilidad financiera.
“El desafío es que no hay suficiente presupuesto para poder hacer que en septiembre y octubre suceda algo”, dijo Jason de Vos.
